URUGUAY
ADES - 17 de agosto de 2015
La Educación no está bien. Los políticos y los medios de comunicación colocan casi toda la responsabilidad en los docentes. Nos han dado todo dicen, y los resultados no están. Pensemos en algo simple: ¿cuántas escuelas hay en Montevideo? ¿Cuántos liceos hay? La comparación es sencilla, la diferencia entre el primer número y el segundo es enorme. La infraestructura está preparada para obtener malos resultados. Los salones liceales están superpoblados pues no hay suficientes locales. ¿Sabía usted que algunos liceos con un número adecuado de alumnos han mejorado ampliamente sus niveles de aprobación? Si se quiere mejorar los resultados de la educación secundaria hay que empezar por construir liceos, y para eso se necesita recursos, recursos que no tiene la Educación Pública.
Le pedimos que haga otro cálculo. Piense en un salón ocupado por 35 o 40 adolescentes, en horas de 45 minutos. ¿Cuánto tiempo hay para dedicarle efectivamente a su hijo en un grupo tan superpoblado?
Si sus hijos presentan alguna dificultad en el aprendizaje, muchos liceos no cuentan con profesionales que puedan atenderlos como se merecen. Por este motivo, los profesores exigimos aumentar el personal que apoye, fuera de clase, a los estudiantes con dificultades en el desarrollo de sus aprendizajes. Para cambiar esta realidad, nuevamente, se necesita más dinero.
También compartimos con ustedes la preocupación de que sus hijos estén bien cuidados, protegidos dentro del liceo. Por ello solicitamos porteros que se ocupen de la entrada de los centros. Hasta ahora, no hemos obtenido respuesta pues, para implementar esta medida, también se precisa dinero.
En época de conflicto se resalta que los docentes reclamamos por aumento de sueldo, sin poner en evidencia que nuestros reclamos por un presupuesto justo para la educación del hijo del trabajador no pasa sólo por lo salarial. Ese reclamo está muy presente, es cierto, pero no es el único. No tenemos vergüenza de decir que exigimos un aumento, pues este factor no es menor si queremos un docente con la posibilidad de dedicar más tiempo a menos alumnos, con la oportunidad de perfeccionarse y planificar sus clases.
Desde las autoridades y desde el sistema político en general se plantean reformas educativas en las que nosotros, los docentes que compartimos con su hijo el día a día, que conocemos sus potencialidades y dificultades, no somos consultados. Se apuesta a técnicos, a expertos que no pisan un salón de clase y que ponen la educación al servicio de las empresas y no al servicio de crear individuos libres, conocedores de sus derechos y capaces de pelear por ellos.
Todas estas preocupaciones, y otras, nos mantienen unidos. A los trabajadores de la educación no se nos deja otra alternativa que tomar medidas frente a la indiferencia con la que las autoridades de la enseñanza han respondido a nuestros reclamos. Cada paro que los docentes realizamos se descuenta de nuestro salario, pero estamos dispuestos, en caso de ser necesario, a continuar hasta las últimas consecuencias, porque entendemos que sus hijos son importantes y que es nuestra vocación y nuestro deber luchar por su educación.
Los invitamos a acompañarnos y a luchar para hacer oír nuestras voces en este tiempo en que se presupuesta la educación para los próximos cinco años. Luchar para que el dinero que se destine sea suficiente y nuestros hijos puedan educarse en buenas condiciones. Luchar para que los planes educativos no desatiendan los planteos de quienes los llevamos a cabo diariamente y evaluamos sus resultados.
El futuro de sus hijos está en juego en esta ley de presupuesto.
¡Juntos somos más!
¡Acompañen esta lucha!
i Aunemos esfuerzos en defensa de la Educación Pública!
Profesores de Educación Secundaria