El VII Encuentro del Foro de San Pablo
Niko Schvarz
Entre el 31 de julio y el 3 de agosto de 1997 tuvo lugar el VII Encuentro del Foro de Sâo Paulo en la ciudad de Porto Alegre. Por tercer período consecutivo la capital del estado de Río Grande do Sul está siendo gobernada por el Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados del Frente Popular: el Partido Socialista Brasileño (PSB), el Partido Popular Socialista (PPS), el Partido Comunista Brasileño (PCB), el Partido Comunista del Brasil (PC do B). Al primer gobierno encabezado por Olivio Dutra a partir de 1989 -que puso en marcha una de las más importantes iniciativas de la izquierda, el presupuesto participativo- sucedió el de Tarso Genro, mientras que Raúl Pont asumió este año la continuidad de dicha labor tras una votación arrasadora en el primer turno y ofició como calificado anfitrión del evento, conjuntamente con los partidos del Frente Popular y (hecho destacable) con el Partido Democrático Trabalhista (PDT) de Leonel Brizola, en el marco de un buen relacionamiento con el PT en el estado sureño.
Como era previsible, en Porto Alegre se acordó fijar el VIII Encuentro en Ciudad de México, aceptando el ofrecimiento formulado por Cuauhtémoc Cárdenas, electo gobernador del Distrito Federal tras la histórica votación del 6 de julio pasado. De esta suerte, los sucesivos encuentros del Foro van pautando los principales hitos de la marcha de la izquierda latinoamericana, en particular sus avances en la conquista de posiciones de gobierno y de poder y sus esfuerzos sostenidos en la brega por la consolidación de la democracia en cada uno de los países.
Esta es una de las constantes del Foro de Sâo Paulo, nacido en la ciudad bandeirante en julio de 1990, que efectuó su segundo encuentro en México en junio de 1991, para pasar a Managua en julio de 1992, a la capital de Cuba socialista en vísperas del 26 de julio de 1993, a Montevideo en mayo de 1995 bajo el segundo gobierno del Frente Amplio, a San Salvador en julio de 1996 (anticipando la gran victoria del FMLN en la capital del "pulgarcito" centroamericano) y recomenzar el ciclo en Brasil en el año en curso.
Un punto de apoyo para la lucha continental
En Porto Alegre se reafirmó el carácter del Foro como un punto de confluencia de las fuerzas democráticas avanzadas, de izquierda, antimperialistas y socialistas de nuestro continente. Contó con la participación de 159 delegados de 58 partidos y movimientos procedentes de 20 países de América Latina y el Caribe, además de 59 observadores pertenecientes a 36 organizaciones fraternas de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), de Europa (Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Italia, Portugal) y de Asia (China, R.P.D. de Corea, República de Corea, Laos y Vietnam). Hay entre ellos partidos de distinto tamaño, de gobierno (nacional o local) y de oposición, en su conjunto con una representación parlamentaria que se ha venido acrecentando, lo que ha situado en el orden del día el estudio de las diversas formas de coordinación de su actividad, incluso en los organismos continentales.
El Foro constituye un ámbito de debates, de intercambio abierto y plural de ideas y de experiencias. Con absoluta libertad y respeto recíproco, sin resoluciones obligatorias ni documentos únicos. En las dos últimas reuniones se ha avanzado en el sentido de consignar las variedades fecundas de opiniones en los respectivos documentos finales, que no asumen el carácter de verdades reveladas sino de una incitación a la reflexión sistemática, a profundizar en el análisis de las visiones contrapuestas, a valorizar crítica y autocríticamente las experiencias múltiples que en estos años se han venido acumulando en el terreno de las ideas y de las luchas populares. Esto es algo nuevo que el organismo latinoamericano y caribeño aporta al movimiento democrático avanzado y revolucionario mundial. En este plano se prioriza la búsqueda de soluciones comunes para el continente y el entrelazamiento de las luchas de los trabajadores y de las grandes masas, sin perder de vista por cierto sus peculiaridades y caracteres distintivos. Se viene consolidando en este sentido una rica tradición, un auténtico fondo de oro del organismo, transcurridos ya siete años desde su creación. Esta se verificó, en efecto, cuando se desplomaba el socialismo en la Unión Soviética y en los países del este europeo. La idea misma de reunir a las fuerzas de izquierda del continente en ese contexto mundial, cuando se derruían los paradigmas y cundía el desconcierto y la desesperanza en generaciones de combatientes fue un acto de coraje, de valentía política e intelectual, asentado en un ideal superior de convivencia humana y en la confianza en la voluntad y en la capacidad de lucha de los pueblos por no dejarse arrebatar su destino. En continuidad con esta fe de bautismo se inscribe la decisión actual de conjuntar a todas las fuerzas contra el neoliberalismo, que no sólo significa miseria, hambre, desocupación, una desigualdad social aberrante y el imperio de la corrupción, sino que amenaza la existencia misma de las naciones de "nuestra América".
Por lo mismo, el Foro -ya consolidado, y dispuesto a atraer a otras fuerzas importantes a su seno- se erige como un centro vital de latinoamericanismo, en el pensamiento y en la acción. A ello lo convoca el pasado histórico común, la gesta de quienes proclamaron -desde los Libertadores a Martí- que "la patria es América" y que "del Bravo al Plata no hay más que un solo pueblo". Bolívar marcó a fuego al que sigue siendo el principal enemigo común al sentenciar premonitoriamente que "los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miseria a nombre de la libertad". Y en un continente iluminado por la revolución socialista cubana (indestructible porque la defiende la firmeza, la unidad y la conciencia de su pueblo, conjuntamente con la solidaridad latinoamericana y mundial) se plantean tareas también comunes, de tipo antimperialista y agrario y de profundización de la democracia en una primera fase, que puede abrir el camino hacia el socialismo.
Una mirada al mundo
Más aún. Al tiempo que extiende y profundiza su acción en el terreno continental, el Foro procura establecer vínculos e intercambiar experiencias con fuerzas de izquierda, anticolonialistas y nacional-liberadoras de todo el mundo, entendiendo que el actual proceso de globalización torna imperiosa la convergencia de la totalidad de las fuerzas populares con el objetivo de contener, enfrentar y derrotar la ofensiva del neoliberalismo, dando vida a propuestas alternativas y encarnándolas en diversas formas de movilización y de acción. El VII Encuentro estuvo precedido por un conjunto de iniciativas desplegadas por partidos del Foro (principalmente, por encargo del Grupo de Trabajo, el PT brasileño y el PRD mexicano) para reunirse, intercambiar informaciones y eventualmente proyectar acciones conjuntas con los partidos representativos de las principales corrientes de la izquierda europea. Esta reunión intercontinental abarcaba cuatro fases, en las cuales el Foro de Sâo Paulo tenía como interlocutores, respectivamente, a: l) los partidos comunistas y socialistas; 2) los partidos socialdemócratas; 3) los partidos verdes ecologistas; 4) los partidos y organizaciones sociales extraparlamentarios. En el Encuentro mismo de Porto Alegre se alcanzó una presencia extracontinental apreciable, que ya se había dado en las reuniones anteriores. En el II Encuentro de Ciudad de México estuvieron presentes, además de organizaciones de Estados Unidos y de Canadá, delegados de partidos de España, Francia, Unión Soviética e Italia. El III Encuentro de Managua, organizado por el Frente Sandinista, registró la presencia internacional más acusada: allí participaron dos delegaciones de Africa, nueve de Asia, 21 de Europa (además de 11 de Estados Unidos y Canadá), al extremo de que estuvo sobre el tapete la creación de un Frente Sur por parte de las organizaciones de tres continentes, que incluiría entre sus objetivos la democratización de la ONU y de su Consejo de Seguridad. Este tema cobró mayor dimensión en el IV Encuentro de La Habana (con la participación de 43 organizaciones de Europa, Asia, Africa, Oceanía y América del Norte), siendo promovido con vigor por Fidel Castro, quien además propuso cambios radicales en la integración del Consejo de Seguridad (en el sentido de su ampliación, tema de candente actualidad) y en el ejercicio del derecho de veto, hoy exacerbado en forma totalmente antidemocrática. En los encuentros siguientes, sin excepción, se marcó una acusada presencia extracontinental, lo que transforma al Foro de Sâo Paulo -expresión auténtica de unidad en la diversidad- en el más importante ámbito de congregación de las fuerzas de izquierda a nivel mundial.
Historia de tres ciudades: Porto Alegre, San Salvador, México
En el Encuentro de Porto Alegre se vertieron directamente, por boca de participantes directos, dos notables experiencias de lucha: la del gobierno de la propia capital estadual, sobre todo a través del presupuesto participativo; y la del Movimiento de los Sin Tierra (MST).
El presupuesto participativo (que ha entrado en su octavo año de ejecución) no en balde ha sido seleccionado entre 40 prácticas modelo de gestión pública en todo el mundo y presentado en Habitat II, el Congreso de Naciones Unidas sobre las Ciudades efectuado en Estambul en junio de 1996. Importa destacar los mecanismos mediante los cuales se logró progresivamente enrolar a millares de vecinos en una gestión destinada a satisfacer las necesidades colectivas, llegando incluso a la fijación de las prioridades. De esta manera, van aprendiendo por su práctica directa el arte de gobernar. Un video nos mostró el costado humano de esta realización: vimos exponer con fluidez, dedicación y sentido práctico a mujeres surgidas del pueblo, que aparecen como portadoras de una nueva moral social, de una ética de las relaciones humanas y de la participación colectiva. A través de organismos que dinamizan las 16 regiones en que se dividió la ciudad, se va cimentando una nueva relación política del Estado con la sociedad. Estos organismos abarcan las múltiples esferas de la vida comunitaria: son los Consejos Municipales del niño y del adolescente, de la salud, de la comunicación, de asistencia social, de tránsito, de cultura, de educación, de ciencia y tecnología, de acceso a la tierra y a la vivienda, de los derechos de la ciudadanía contra las discriminaciones y la violencia, de los derechos de la mujer, del medio ambiente, del transporte urbano, de la alimentación escolar, del patrimonio histórico y cultural. Existe incluso un Consejo municipal de abastecimiento y agricultura, dado que Porto Alegre es una de las pocas capitales estaduales dotadas de zona agrícola, de modo que el Consejo, integrado por representantes de la Prefeitura y de los productores rurales del municipio, propone mecanismos que viabilizan las pequeñas propiedades y ofrecen alternativas de abastecimiento a la población.
La conclusión de los participantes en este proceso es la siguiente: "Los problemas que vive hoy la humanidad, como los de la exclusión social y de la concentración de los asentamientos humanos en los centros urbanos, no pueden ser tratados solamente con políticas compensatorias. La lucha contra la exclusión social exige políticas públicas que modifiquen la distribución de la renta y del poder en las ciudades y en los países, concretando formas de participación directa de la población en la gestión pública".
Por esta vía van surgiendo a montones ciudadanos desinteresados, emprendedores, preocupados por el bien común, que realizan una labor entrelazada con los órganos del gobierno municipal, en una experiencia que comienza a extenderse a otras ciudades brasileñas y merece sin duda generalizarse en el ámbito continental. Por lo pronto, Cuauhtémoc Cárdenas señaló en la capital gaúcha y luego en nuestro país su interés manifiesto por interiorizarse tanto del presupuesto participativo como de las experiencias de la descentralización en Montevideo con vistas a la labor que le aguarda como gobernador de la más densa, poblada y extendida capital latinoamericana.
Tanto más desde que la izquierda viene atesorando en esta década un rico bagaje de enseñanzas en el gobierno de varias capitales latinoamericanas, a las que se suman centenares de capitales estaduales, otras ciudades y poblaciones, en Brasil y México principalmente, en el camino hacia la conquista del gobierno nacional. La izquierda ha gobernado o gobierna Lima, Montevideo, Asunción, Caracas, y ahora además San Salvador y el Distrito Federal mexicano. En algunos casos ha mantenido esas posiciones por más de un período, como en Montevideo. En otros, como en Lima, la situación se ha revertido, en la misma medida en que se quebró la unidad de las fuerzas progresistas y su sistema de alianzas.
Porto Alegre mostró también en los días iniciales de un agosto lluvioso el rostro de uno de los más fuertes movimientos campesinos del mundo: el de los Sin Tierra (MST). No obstante, sus líderes como Joâo Pedro Stédile advirtieron desde la tribuna del encuentro que en relación con la gran tarea que están abordando, la reforma agraria, son todavía muy débiles porque han logrado movilizar apenas a una minoría de los cuatro millones de familias campesinas sin tierra.
En su concepto, el presidente Fernando Henrique Cardoso no se limita a aplicar las directivas neoliberales, sino que procura la subordinación total de la economía nacional a los intereses del capital financiero internacional; ha abandonado la idea de una economía brasileña, sustituyendo el concepto de nación por el de un mercado emergente apetecido, lo cual implica la marginalización del sector agrícola, la reducción al mínimo de la población rural (que en esos marcos sobra), la desaparición de la pequeña propiedad agraria, la importación en gran escala de productos agrícolas que el país está en condiciones de producir para alimentar a todos los habitantes, incluso las decenas de millones que vegetan en condiciones de pobreza extrema. "El MST se rebela contra este objetivo", declaró, por lo cual se proponen aglutinar todas las fuerzas para un nuevo proyecto nacional que incluye la reforma agraria y la entrega de tierras, en acciones conjuntas con la sociedad civil, así como la utilización de todos los espacios institucionales para enfrentar al modelo imperante.
"Brasil con pan y futuro", proclama el MST. Estudios seriamente documentados que se difundieron durante el encuentro muestran en qué alto grado han valorizado las tierras improductivas que ocuparon. Uno de ellos está referido a Río Grande do Sul, pero el cuadro se reproduce en otros estados. Los gráficos muestran que en los terrenos pelados, sin gente ni producción, hoy se instalaron asentamientos donde viven centenares de familias campesinas, que producen efectivamente, desarrollan la ganadería y una agricultura diversificada, consumen, instalan agroindustrias y llevan sus productos al mercado (del cual antes estaban excluidos, dicho sea de paso). Y también levantan escuelas, esmerándose para que concurran todos los niños, tal como se muestra en la telenovela brasileña "El rey del ganado" que actualmente se exhibe en nuestro medio y que proporciona una imagen humana de los sin tierra como mujeres y hombres dotados de ideales, laboriosos y combativos, dedicados a "ocupar, resistir y producir", y por cierto muy lejos de la visión deformada de la propaganda oficialista que al parecer contagió a ciertos militares uruguayos de la zona fronteriza de Cerro Largo. El MST les aconsejó que en lugar de preocuparse por ellos -a los que nunca se les había pasado por la cabeza ocupar tierras en Uruguay- lo hicieran por los terratenientes brasileños que se están posesionando de cientos y miles de hectáreas en Uruguay, cerca de la frontera; y agregaron: "tenemos millones de hectáreas de tierras ociosas en nuestro país, por lo tanto no precisamos ocupar tierras en otros países hermanos".
En ese marco, el encuentro organizó una manifestación hasta el Mercado Público, donde estaban a la venta alimentos producidos en asentamientos del MST, y acordó una campaña continental en defensa de José Rainha jr., uno de sus principales dirigentes a quien los latifundistas y un jurado local a su servicio pretenden responsabilizar por un hecho de sangre ocurrido en una localidad de Espirito Santo un día del año 1989 en que se encontraba ocupando una hacienda en el estado de Ceará. La condena en primera instancia es a 26 años y medio de cárcel. Los partidos verdes y ecologistas del Parlamento Europeo (de Alemania, Austria, Bélgica, Irlanda, Italia y Suecia) acordaron realizar una campaña de solidaridad con el líder campesino perseguido.
Por otra parte, pequeños y medianos empresarios de Brasil, Argentina, Uruguay y México que concurrieron a una reunión contra el neoliberalismo simultánea con el Foro, visitaron un asentamiento de los sin tierra a un centenar de kilómetros de Porto Alegre, para interiorizarse directamente de sus condiciones de vida.
La realización exitosa del VI Encuentro en San Salvador el año pasado auguró en cierta medida el avance significativo que habría de alcanzar el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en las elecciones del último 16 de marzo. En un ejemplo que igualmente carece de parangón en el mundo (y que examinamos en el número inicial de Tesis XI) el antiguo frente guerrillero, volcado ahora a la lucha civil, logró tras un proceso de apenas un lustro ganar el gobierno de San Salvador y de las principales ciudades, incluyendo varias cabeceras departamentales, e igualando (con Schafik Jorge Handal a la cabeza) la representación parlamentaria de la gobernante ARENA, que detentaba la mayoría absoluta del Parlamento unicameral. El FMLN logró introducir en la campaña electoral el gran tema de las privatizaciones, que el gobierno pretendía llevar adelante con falta de transparencia y alto nivel de corrupción, y logró detenerla en el caso de la Empresa de Telecomunicaciones (ANTEL), concretando una alianza con otros sectores de la oposición, incluso de centro-derecha. Es un caso similar al de Uruguay en el plebiscito de 1992. La suspensión de las privatizaciones conmocionó al país, determinó la renuncia del responsable del gobierno en esa área y llevó a la creación de una nueva comisión con el cometido de formular una política diferente. Con estos resultados auspiciosos el FMLN se proyecta hacia las presidenciales de 1999.
"Cuauhtémoc Cárdenas es recibido como un héroe de la izquierda", titulaba en esos días Zero Hora, el diario portoalegrense por antonomasia. Y se justificaba. Su elección por el 47,78% de los votos (casi el doble del candidato del PRI, Alfredo del Mazo) como jefe de gobierno del Distrito Federal (cargo que por primera vez se sometía a la decisión popular, y que es una mezcla de alcalde y gobernador) cambió radicalmente el panorama político mexicano, congelado desde hacía 68 años. Era una señal de que nuevos vientos están soplando en el mundo. Estos comicios parciales se constituyeron en un referéndum nacional contra la política del gobierno. Con 125 diputados, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) pasó a ser la segunda fuerza en la Cámara de Representantes de 500 miembros, superando al Partido Acción Nacional (PAN, 122 diputados), mientras que por primera vez desde 1929 el gubernamental Partido Revolucionario Institucional, PRI, perdió la mayoría absoluta (no le alcanza con sus 239 parlamentarios, ya que requiere 251); y es probable que, de llegarse a un acuerdo entre todas las fuerzas opositoras (incluyendo al Partido Verde Ecologista Mexicano y al Partido del Trabajo), el PRI resigne igualmente la presidencia del órgano legislativo y de sus comisiones. En estas elecciones, otras dos gobernaturas estaduales escaparon de manos del PRI. En Ciudad de México, el PRD ganó en 38 de los 40 distritos, correspondiéndole 38 representantes en la Asamblea Legislativa de 66 miembros. Desde el órgano de gobierno del DF se propone establecer una nueva relación entre la ciudadanía y el poder político, entre las organizaciones populares, sociales, democráticas y las formas de gestión del poder, actuando entre todos, desde abajo. Así se manifestó en el encuentro el secretario de relaciones internacionales del PRD, Ricardo Pascoe, quien hizo extensivo este proceso al cuadro continental. "No estamos en un callejón sin salida", manifestó. "El ascenso de masas en América Latina es lo que va escribiendo la historia".
Democracia y socialismo
A lo largo de tres días se desarrollaron extensos debates en las sesiones plenarias, por momentos bastante confusos y entreverados. Y también reiterativos, ya que reproducían en lo esencial tesis y argumentos que habían sido examinados exhaustivamente en instancias anteriores del Foro. Se dio una circunstancia peculiar. El encuentro fue precedido por una labor diversificada en seminarios, talleres y comisiones que funcionaron en distintas geografías a lo largo del último año, valorizando el papel de las secretarías regionales; se registró asimismo un esfuerzo concentrado del Grupo de Trabajo, que procuró llevar a la reunión -para facilitar el debate general- un documento previamente consensuado tomando en cuenta las diversas posiciones, o que por lo menos estableciera con precisión los diferentes puntos de vista en los aspectos controvertidos. Pero a la hora de entrarse a la discusión general, estos aportes eran dejados de lado, y algunos delegados se limitaban a reiterar conceptos que habían sido vertidos mil veces, lo que significaba "piétiner sur place" como en un tipo de entrenamiento de los ciclistas, sin avanzar.
Estos debates recurrentes refieren, entre otros, a los temas de la reforma y la revolución (que en rigor vienen desde el siglo pasado), o a los de la democracia, el socialismo y las relaciones entre ambos.
Quien escucha estas discusiones se ve dominado por la sensación de que bastaría inyectarles una buena dosis de pensamiento dialéctico (reforzado con lógica elemental, o incluso con sentido común) para arribar a conclusiones que podrían ser avaladas por todos y cada uno sin abjurar de sus principios. Por ejemplo, suele asumirse las categorías de democracia y socialismo como términos contrapuestos, antagónicos, sin advertir su estrecha relación interna. Si puede resultar útil una experiencia de la izquierda uruguaya (anterior incluso al nacimiento del Foro) cabría recordar que uno de sus sectores acuñó a la salida de la dictadura el siguiente lema: "Nuestro camino es la democracia y el antimperialismo. Nuestro destino, la liberación y el socialismo". Este fue considerado un proceso doble y único a la vez. Un dirigente de dicho sector desarrollaba estos conceptos en los siguientes términos en 1989: "Hemos dicho muchas veces, cuando postulamos la consolidación y el avance en democracia, jalón estratégico de esta hora latinoamericana, que ninguna persona seria puede asegurar que en este u otro lugar de nuestro continente en crisis, nuevas revoluciones democrático-liberadoras o socialistas no puedan emerger en una determinada coyuntura. Pero la consolidación y defensa de la democracia y su profundización se nos aparece como faena central en este momento y en este final del siglo XX. Inclusive para llegar a conquistar y construir un día la sociedad socialista... Además, en nuestro proyecto de socialismo se integran los valores universales de la democracia".
Quizá valga la pena recordar que Lukács definía el socialismo como la democracia de la vida cotidiana.
Como es sabido, el socialismo es el horizonte de un cierto número de partidos y movimientos integrantes del Foro. No así de otros. Pero nos parece indubitable que todos aceptan de buen grado estas definiciones contenidas en la declaración final:
"La sociedad que proponemos tiene que asentarse en la más profunda democracia. Se trata de construir una sociedad y un Estado democráticos, mediante la efectiva y armónica combinación de la participación con la representación y el poder de decisión. Para ello es necesario enfrentar y superar las múltiples deformaciones existentes en los mecanismos participativos y representativos que distorsionan la voluntad ciudadana. Esta democracia supone crear los mecanismos institucionales que permitan a todo el pueblo participar en la definición e implementación de las políticas nacionales y ejercer el control sobre la gestión gubernamental. Un componente fundamental de nuestro programa es contar con parlamentos que tengan capacidad de decisión e independencia, junto con el Poder Judicial, frente a los Poderes Ejecutivos y a los grupos elitistas de presión económica. Asimismo, se precisa promover una efectiva democratización de los medios de comunicación masiva".
Acorde con ello se propone bregar por la creación de un marco ético, legal y político que enfrente el desborde sin precedentes de la corrupción, el tráfico de influencias, la vinculación de líderes políticos y militares con el narcotráfico y el lavado de dinero y otras prácticas ilícitas que luego son tomadas como pretexto para justificar diversas formas de usurpación del poder. El objetivo es que prime la justicia y no la impunidad, y que la corrupción y los crímenes de Estado sean ejemplarmente sancionados.
Se dijo, por otra parte, que la lucha contra el neoliberalismo conduce a desafiar al capitalismo como sistema, lo que resulta evidente dado que aquél no es más que la forma actual que adopta el régimen capitalista. Este concepto ameritó el siguiente desarrollo: "La única alternativa al neoliberalismo tiene un nombre: se llama socialismo. Donde no existan aún las condiciones para iniciar su construcción, la tarea principal de la izquierda revolucionaria es conformar el bloque popular que transitará por esa senda en el momento oportuno". ¿Y cuál es esa senda, sino la de la afirmación de la democracia, su extensión y profundización sin tregua?
Las formulaciones a que se arribó en Porto Alegre (que, como dijimos, están abiertas a nuevas reflexiones y precisiones enriquecedoras) implican la reafirmación de las conclusiones del IV Encuentro de La Habana, donde el tema de la democracia fue objeto de un análisis exhaustivo, que se concretó en una definición de la cual se desprenden los siguientes elementos: a) la democracia es una conquista histórica de nuestros pueblos; debe defenderse y construirse cada día, ensancharse y profundizarse, por la acción entrelazada de los partidos de izquierda y los movimientos populares y sociales, con pleno respeto de su independencia recíproca; b) es imprescindible extender la democracia a todos los sectores marginados, por lo cual aparece como un espacio de creación permanente de nuevos derechos y su ideario se amplía mediante la incorporación de nuevos sectores sociales, antes excluidos; c) la democracia tiene una subrayada dimensión ética, que implica la denuncia y la lucha contra todas las formas de corrupción; d) abarca en grado preferente la promoción de los derechos humanos, así como la erradicación hasta de los últimos vestigios del colonialismo.
Fue precisamente en su discurso de clausura de este evento que Fidel Castro expuso un concepto significativo para la labor ulterior del Foro, en los siguientes términos: "Bien saben ustedes que les está hablando alguien que participó en la lucha armada y que apoyó el movimiento revolucionario armado, de lo cual no nos arrepentimos, pero vemos con claridad que, ahora, en este momento, en estas circunstancias, no es el camino más prometedor... Vemos hoy las posibilidades que tiene el pueblo, y sobre todo, el pueblo unido, el pueblo coordinado, el pueblo luchando en una misma dirección". En ese sentido, hizo pública su satisfacción por las negociaciones de paz que se estaban llevando a cabo en El Salvador y en Guatemala (que habrían de culminar exitosamente, poniendo término a la guerra civil y colocando tanto al FMLN como a la URNG de cara a nuevas responsabilidades en la acción cívica) y advirtió sobre el riesgo de que se repitiera lo sucedido en Chile si no se adoptan las medidas adecuadas en caso de que la izquierda acceda al gobierno.
A veces, en el calor de las confrontaciones de ideas en el Foro, se deslizan opiniones tendientes a menoscabar o a minimizar el papel de las elecciones. Pero también esto nos retrotrae al siglo pasado, y no significa otra cosa que hacerle un gran favor (gratuito, por añadidura) a la derecha. Ya el viejo Engels señalaba que las elecciones podían servir como medida del grado de conciencia de los trabajadores, y subrayó (con vigencia para un prolongado período histórico) la necesidad de transformar el sufragio universal de instrumento de engaño (duperie, en la expresión francesa) en instrumento de emancipación. En el siglo y medio transcurrido la justeza de este concepto se ha acentuado en la misma medida que este lapso ha estado cubierto por la lucha incesante de los sectores populares por democratizar este instrumento, por universalizarlo realmente, erradicando paso a paso las limitaciones que excluían de su ejercicio a gran parte, incluso la mayoría, de la población (las mujeres, los analfabetos, antes los no propietarios, etc., etc.), sumadas a los fraudes electorales, la compra de votos y maniobras de todo tipo. Para la casi totalidad de nuestros países, la pureza y legitimidad plena de los actos electorales sigue siendo una asignatura pendiente, objeto de desvelo y vigilancia permanentes por parte de los partidos populares. Baste citar un solo ejemplo. El PRD mexicano sostiene que en las elecciones presidenciales de 1988 le fue birlado fraudulentamente el triunfo que conquistó en las urnas. La reciente victoria reconocida de Cárdenas en el DF se debe quizá al aumento de su caudal electoral, pero sin duda también a que la sociedad civil logró imponer un control de la limpidez de la emisión y del recuento de los votos, sacándolos de manos del gobernante PRI.
Problemas organizativos, nuevos ingresos
Como siempre acontece en el Foro, se encresparon los debates sobre aspectos orgánicos y el ingreso de nuevos miembros. Fueron admitidos Izquierda Abierta, integrante del Frente Amplio uruguayo, y el PC (marxista-leninista) de Ecuador. En cambio, no fueron aceptados: el Movimiento Todos por la Patria (MTP) de la Argentina, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) del Perú y Confluencia Frenteamplista (CONFA) de Uruguay.
El primero fue objetado por varias organizaciones miembros de la Argentina y defendido ardorosamente por los delegados sandinistas, que hicieron caudal de las actividades desplegadas por Gorriarán Merlo, hoy condenado a perpetuidad por los acontecimientos del cuartel de La Tablada. En la discusión llegó a decirse que había partidos que negaban el ingreso a grupos que practicaron acciones armadas, lo que fue calificado como una boutade por el secretario de Relaciones Internacionales del PT, Marco Aurelio García. Este recordó en la intervención de clausura que, entre otros, el FMLN salvadoreño entró a formar parte del Foro cuando estaba en pleno fragor la guerra civil en su país. El ingreso del MRTA fue rechazado por organizaciones peruanas. En cuanto a CONFA, fue vetada exclusivamente por la CUF entre las 19 organizaciones del Frente Amplio uruguayo.
Como conclusión del debate sobre este punto, quedó planteada para el futuro una modificación estatutaria en el sentido de eliminar el veto de las organizaciones del país dado y colocar los nuevos ingresos en la órbita de las atribuciones del plenario.
Aportes colectivos contra la exclusión social
Temas muy diversos fueron analizados en talleres y seminarios realizados en el período intermedio, algunos en los últimos días e incluso coincidiendo con la reunión de Porto Alegre. También se estudiaron formas de coordinación entre institutos y fundaciones vinculados a partidos del Foro.
En esta materia, la cosecha fue proficua. En nuestra percepción, superó lo alcanzado en similares instancias anteriores, influyendo sin duda en ese logro la movilización eficaz de diversos organismos en ámbitos regionales.
Se destaca en primer término el taller de las mujeres, en cuyo nombre brindó un excelente informe al plenario la uruguaya Graciela Romitti. Las mujeres fueron las vedettes de la reunión. Sus justas críticas y exigencias fueron de elevado nivel, ya que promovieron la incorporación de la temática de género no como un punto aislado, como una cereza sobre el pastel, sino integrado a la médula de los documentos centrales. Desplegando una gran bandera lila, con intervenciones enérgicas y luego cantando a coro, las delegadas de los diversos países marcaron vivamente su presencia. Es éste un tema de fondo que en el futuro ya no podrá soslayarse. En contraposición, fue muy pobre el aporte de los jóvenes, quizá porque los elementos más representativos intervenían en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que simultáneamente se desarrollaba en La Habana.
El tema del narcotráfico fue objeto de un estudio multidisciplinario: político, económico y jurídico, sin dejar de lado sus implicancias militares e intervencionistas por parte del gobierno de los Estados Unidos. Se destacó un aporte muy documentado de las FARC de Colombia, que rechazan de plano las acusaciones de contubernio con los narcotraficantes que les endilgan quienes procuran justificar la corrupción en escala gigantesca y las matanzas de campesinos y de la población civil.
Los temas de la ecología motivaron enfoques muy agudos, lo mismo que los referentes a las poblaciones indígenas y a los negros: sus derechos, las múltiples formas de discriminación, el robo de tierras, la xenofobia. En verdad, el Foro ha revelado desde su inicio una especial sensibilidad respecto a la marginalidad social.
Se analizaron también, como señalamos, las experiencias en materia de lucha parlamentaria y de gobierno de las municipalidades. Hubo acuerdo en que resta mucho por hacer hasta lograr una adecuada coordinación en dichas áreas a fin de explotar al máximo las posibilidades abiertas.
El aporte de los cristianos a la lucha contra el neoliberalismo motivó un extenso documento de reflexión. Se presentaron también estudios sobre los temas de la cultura y la imprescindible democratización de los medios de comunicación. El encuentro se pronunció sobre los graves atentados a la democracia en Colombia y en Perú, y reafirmó su vocación anticolonialista con mención expresa a Puerto Rico, a los territorios caribeños situados bajo jurisdicción de potencias extranjera y a las islas Malvinas. Un hecho novedoso fue la reunión paralela de delegados de entidades de empresarios pequeños y medios de cuatro países del continente, que analizaron desde su ámbito las características de un modelo de desarrollo alternativo al neoliberalismo. Esta presencia responde a la búsqueda de aliados del movimiento popular en el enfrentamiento común a las orientaciones económicas en boga. Se reveló que en México, por ejemplo, existe un vasto movimiento, ramificado en todos los estados, que reúne a cientos de miles de damnificados por las prácticas usurarias.
Desde luego, fue estigmatizada la ley Helms-Burton, no solamente como una agresión incalificable contra Cuba socialista, sino como una afrenta a la civilización mundial y a las normas de convivencia entre las naciones.
Con el Che en el corazón
El VII Encuentro estuvo presidido por la imagen y el ejemplo del Che Guevara, próximo a cumplirse los 30 años de su asesinato en Bolivia. "Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación": esta frase del guerrillero heroico oficia como pórtico a la declaración final, que culmina enalteciendo su "herencia ejemplar" y destaca que "treinta años después, cuando nos dicen que debemos renunciar a los sueños, a la dignidad y a la ética transformadora, su ejemplo de vida se enaltece y se encarna en los pueblos del mundo". El discurso alusivo de José Ramón Balaguer en nombre del PCC concitó apoyo unánime y emoción compartida. Con este signo distintivo entra el VII Encuentro en la historia del Foro de Sâo Paulo.
En sus conclusiones, el debatido documento final destaca la posibilidad de conformar en cada país una vasta conjunción de fuerzas políticas y de movimientos sociales para enfrentar al neoliberalismo y abrir una nueva perspectiva. En sus párrafos fundamentales expresa:
"Después de varios años de hegemonismo económico, político e ideológico del neoliberalismo, se presencia de nuevo un ascenso de las luchas populares, democráticas y sociales en prácticamente todos los países. Este ascenso va acompañado de avances electorales importantes en varias naciones de la región, además de la significación nacional e internacional de movimientos sociales con gran autoridad moral.
En segundo lugar, se confirma la creciente importancia y el peso político de que gozan las alternativas programáticas y políticas de las fuerzas que componemos el Foro de Sâo Paulo.
En tercer lugar, el crecimiento de nuevas formas organizativas, tanto sociales, civiles, barriales, rurales, sindicales, ciudadanas, de jóvenes, de mujeres son expresión nítida de un nuevo dinamismo político y organizativo de los pueblos. La promoción y el fortalecimiento de estos instrumentos de participación popular es una noción nueva en nuestros tiempos de cómo se prepara la gente para las tareas del ejercicio del poder.
En cuarto lugar, todo este ascenso genera, desde ahora, una respuesta de los centros financieros mundiales y del gobierno de los Estados Unidos. Estos buscan fortalecer y profundizar sus alianzas políticas y económicas con los grupos de poder oligárquicos latinoamericanos a fin de cuestionar la viabilidad de la soberanía de los países y su derecho a determinar, sin intervencionismo, el curso que tomarán sus respectivos procesos de desarrollo.
Por último, en un mundo crecientemente interconectado e intercomunicado se percibe que se acercan momentos de grandes definiciones de los pueblos. Para estar a la altura que exigen estos procesos, los partidos integrantes del Foro de Sâo Paulo vemos conveniente desarrollar, en las condiciones de cada país, las alianzas y relaciones políticas que favorezcan la consolidación del proyecto democrático y popular contra el neoliberalismo. Este contexto político de incertidumbres y esperanzas ofrece la oportunidad de ser creadores y actores decisivos en la formación del nuevo poder emergente. La combinación de programas alternativos, de inclusión social y de determinación política son los ingredientes fundamentales para preparar a América Latina y el Caribe para el tránsito hacia el nuevo milenio y hacia una nueva vida de nuestros pueblos".
Vigencia y Renovación del Marxismo
Los organizadores del Encuentro sobre "Vigencia y Renovación del Marxismo" efectuado en noviembre de 1996 en nuestra capital informan que está en prensa el libro que contiene las exposiciones y ponencias presentadas en el acto inaugural del 15 de noviembre en el Cabildo de Montevideo y en los tres talleres que funcionaron al día siguiente en la Facultad de Ciencias Sociales.
Estos materiales están disponibles desde ya en Internet y a ellos se accede con la siguiente dirección: www.debatemarx.org