Daniel Olesker
Montevideo - Uruguay - Mayo 1997 - Año 1 - Número 1
Como dije en el número 0, los artículos del área social y económica tendrán como eje central contribuir a la búsqueda de respuestas a los problemas del país y su gente, enmarcados en un proyecto global alternativo.
La política socio - económica vigente es un proyecto global que se articula en torno a consolidar un modelo liberalizador, desregulador en el ámbito de las relaciones laborales y sociales y que aumenta la concentración de la riqueza. Es un proyecto cuya base de sustentación arranca en lo que se ha dado en llamar la "reestructuración autoritaria " iniciada en 1974, que se consolida en la primer administración democrática y se profundiza notablemente en el período de gobierno del Doctor Lacalle.
Por lo tanto el proyecto alternativo debe ser también global. Debe por un lado tener un conjunto de objetivos y por otro articular un conjunto de medidas que caminen en dirección de dicho objetivo.
Dicho modelo no puede perder de vista dos dimensiones que lo hacen viable y necesario: de una parte los objetivos de largo plazo de un proyecto de sociedad para y de los y las trabajadoras, de otra parte el contexto nacional e internacional en el que se inserta así como la correlación social y política de fuerzas para empujar los cambios. Dejar de pensar en las grandes utopías es perder de vista hacia donde vamos; dejar de pensar en la situación concreta en que nos encontramos puede hacer inviable cualquier propuesta de transformación.
En este primer artículo plantearé cuáles son, a mi juicio, los objetivos centrales de un modelo alternativo y cuáles las principales áreas que deben abordarse prioritariamente en su desarrollo.
Los objetivos del modelo alternativo
A) LOS OBJETIVOS DE LARGO PLAZO
Como dije anteriormente los objetivos del modelo alternativo en su arranque no pueden estar desligados de los objetivos generales de transformación global hacia una sociedad sin explotados ni explotadores. Por ello quiero exponer, a manera de títulos, los 6 objetivos a largo plazo de un modelo de desarrollo alternativo. (1)
PRIMER OBJETIVO: El aumento de la riqueza material de la sociedad.
SEGUNDO OBJETIVO: El acceso igualitario de la sociedad toda a dicha riqueza, es decir la igualdad de oportunidades, eliminando todo tipo de discriminación.
TERCER OBJETIVO: La búsqueda permanente de la realización integral de las personas en su vocación, apoyando las iniciativas comunitarias de desarrollo humano.
CUARTO OBJETIVO: La sustentabilidad del desarrollo a largo plazo, en especial por el respeto a los recursos naturales y el medio ambiente.
QUINTO OBJETIVO: La reafirmación de una identidad y soberanía nacional- regional que, sin caer en el chovinismo, rescate los valores culturales y humanos de la sociedad a la que pertenecemos.
SEXTO OBJETIVO: La democratización plena de las decisiones políticas y económicas que implica el más alto grado posible de participación, libertad y descentralización institucional.
B) LOS LINEAMIENTOS INICIALES
PRIMER OBJETIVO:
Desarrollar una política productiva selectiva que tienda a priorizar la inversión en la producción de bienes y servicios, tomando en cuenta la capacidad de los sectores que se prioricen de :
* generar empleo
* contribuir al uso de insumos nacionales
* descentralizar la estructura productiva
* generar divisas
* contribuir a la autosustentación del consumo básico de las familias
* contribuir a la innovación productiva.
* respetar las condiciones del ambiente.
En este sentido es necesario iniciar un proceso de cambio en la estructura productiva, sobre la base de criterios globales que, teniendo en cuenta la capacidad competitiva de dichas actividades, tenga en cuenta además las necesidades globales de la sociedad.
Ello supone que las políticas productivas deben priorizar su desarrollo sobre la base del consenso social. El objetivo de que sean políticas no generadoras de conflicto social debe jerarquizarse en relación al objetivo mismo de la competitividad.
Para este primer objetivo es necesario actuar sobre políticas sociales y económicas en cinco áreas: las políticas productivas y de regulación y estímulo de las Inversiones, las políticas activas de empleo, las políticas de subsidio, las políticas de crédito, las políticas en materia de Ciencia y Tecnología.
Este primer objetivo incluye un objetivo articulado a él, que se expresa en el cambio de la estructura financiera y del ahorro de manera de convertirlo en un empujador de la inversión productiva, más que en un obstáculo.
SEGUNDO OBJETIVO:
Alterar de manera significativa la distribución de la riqueza, de manera de iniciar un proceso de cambio hacia una sociedad más equitativa.
Para este segundo objetivo es necesario introducirse en cuatro áreas de las políticas socio - económicas donde deben definirse nuevos criterios. Ellas son: la política salarial, las políticas activas de empleo, las políticas de distribución del gasto público y la estructura tributaria.
En este marco deben plantearse objetivos claros en materia de erradicación de la pobreza, planteando en una primera etapa su reducción sustantiva.
TERCER OBJETIVO:
Mejorar el acceso de las familias uruguayas a la satisfacción de ciertas necesidades sociales básicas, como ser la vivienda, la salud y la educación entre otras. Si bien este objetivo está ligado al anterior, merece ser considerado de manera especial en la definición de la estrategia alternativa.
Las cuatro áreas que es necesario abordar en este objetivo son: las políticas de salud, de vivienda, de educación, de alimentación, vinculadas a las políticas de gasto público y de regulación de la prestación de dichos servicios por la actividad privada.
CUARTO OBJETIVO:
Desarrollar una política de apertura a actividades comunitarias que posibilite un desarrollo más integral de las personas y actúe como un freno a las tendencias consumistas, propias y claves en el modelo liberal.
En este sentido es necesario abordar políticas directas en materia de prestación de dichos servicios y estimular las iniciativas propias de las comunidades zonales.
QUINTO OBJETIVO:
Fortalecer la base nacional de nuestra economía a través de la definición de una estrategia nacional productiva y laboral que privilegie el uso de los recursos nacionales, sin que ello signifique una protección a la ineficiencia de los empresarios uruguayos.
Este objetivo debe irse encuadrando dentro de una perspectiva de consolidación de una estrategia productiva y social regional, en el marco de la consolidación del espacio MERCOSUR, como un elemento de reducción de la dependencia respecto a los grandes centro mundiales de poder económico.
El desarrollo de este objetivo implica abordar políticas en cinco áreas: políticas productivas, políticas de comercio exterior, políticas de integración regional, políticas en ciencia y tecnología, políticas financieras externas, es decir definiciones en materia de deuda externa, inversión extranjera y préstamos internacionales.
SEXTO OBJETIVO:
Una reforma del Estado. Todos los objetivos anteriores llevan implícita una reforma de los gastos e ingresos del Estado. Sin embargo, y además de ello, debe iniciarse un camino de transformaciones profundas del Estado que apunte a la descentralización, la participación ciudadana, la democratización de sus decisiones y una mayor eficiencia en el cumplimiento de sus funciones.
De esta manera la comunidad podrá ser parte de la dinámica del Estado y contribuirá a mejorar su eficiencia y su acción.
SEPTIMO OBJETIVO:
Una reforma educativa, que fortalezca el acceso universal al conocimiento, en un contexto mundial en que éste se ha transformado en una herramienta básica de la soberanía nacional y regional.
En un modelo de desarrollo alternativo, la educación es clave como elemento democratizador por un lado y como sostén del desarrollo de las fuerzas productivas. Es por ello que es necesario un sistema educativo que apuntale hacia esos dos objetivos. El existente previo a la Reforma Rama no lo hacía, la Reforma tampoco. Debemos desde esta revista contribuir a pensar la reforma educativa necesaria al modelo alternativo.
OCTAVO OBJETIVO:
Una reforma del sistema de salud, que premia un acceso universal a los servicios de salud, que priorice la
Atención primaria de salud y que a la vez redistribuya el gasto en salud actual, cuya estructura es altamente injusta.
NOVENO OBJETIVO:
Democratizar las decisiones en materia política, económica y social a través de mecanismos de consulta y participación de los sectores sociales involucrados en cada ámbito de acción.
DECIMO OBJETIVO:
Desarrollar un proceso de descentralización territorial en un marco de respecto a las condiciones naturales y ambientales del país.
Este marco general de objetivos debe comenzar a instrumentarse sobre la base de un análisis político de sus alcances y sus posibilidades, así como de los mejores instrumentos para lograrlos.
El próximo artículo iniciará el debate de estos temas, abordando uno a uno los objetivos planteados.
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