Ruben López
21/07/2010
Culminó el mundial de Sudáfrica, proliferan opiniones, interpretaciones históricas, sociológicas, psicológicas etc, tras la sorpresa del equipo uruguayo, para el mundo, pero también para nosotros.
El fútbol domina las conversaciones, las noticias, los medios de comunicación.
El análisis del “ser uruguayo” atraviesa todas las esferas de la vida, la política, la cultura, del deporte por supuesto. La historia oriental se recrea, se hace centro y eco de este fenómeno donde “la celeste” logra convertirse en uno de los principales protagonistas.
Se analiza, en el marco más general de otros hechos de la historia. Se recurre a Batlle y Ordoñez, su proyecto político, cultural que “marcó una forma de ser y de habitar la sociedad”.
Que “la dictadura militar...constituyó un punto de quiebre de ese relato”
Que ahora estamos “al fin del país de la medianía”
Que se vive “un estado de ánimo más positivo”
“El clima de felicidad pública actual es una metáfora de una transformación sustantiva del país”
Y agrega: “El triunfo de la izquierda en 2004 es también expresión de esa búsqueda..., tal vez hace tiempo que hemos cambiado..., la novedad ahora es que comenzamos a admitirlo y aceptarlo”. (Leal ,Brecha, 9/07/2010)
Vayan estas breves citas de un artículo entre mil, como muestra del torrente de opiniones que se desató.
Cosas todas, que dan margen para el optimismo, tras esta hazaña mundialista.
Sin embanderar un hecho deportivo, que abarca los sentimientos de toda la población, estas expresiones nos dan oportunidad de comentar los temas más generales, en el marco de este hecho puntual.
En primer lugar, en el análisis del resurgimiento de la conciencia nacional, en ese largo proceso de permanencias y cambios a través del siglo pasado, de las distintas circunstancias, los momentos, llaman la atención, alguna ausencia, los vacíos.
Anota (Leal ,Brecha 9/07/2010), el surgimiento con el primer batllismo de esa conciencia, del ser uruguayo.
Pero, después de Batlle, los batllismos, hasta la dictadura, nada.
Ni crisis de posguerra. Ni el fin de la Suiza de América.
Otro cronista anota que en 1950 “no habían caras pintadas, ni grandes sombreros”. Hubo “cambios enormes y el 2010 no es ni 1970 ni 1950”.
¡Si habrá habido cambios!
Hablando solamente de fútbol, hasta el “50” nunca habíamos perdido un mundial y si contamos los olímpicos, 4 finales disputamos y 4 ganamos entre 1924 y 1950. Era una realidad:
“donde juega la celeste
todo el mundo boca abajo”
Pero también cambiaron, ¡y como!, la economía, el nivel de vida, la inmigración de entonces, la integración social.
Elementos todos que se van junto con la década. Ya no clasificamos al mundial de 1958. Comienza una profunda crisis que terminaría trágicamente, ganaba el Partido Nacional las elecciones de 1959, después de 93 años, inaugurando un período regresivo en favor de la clase dominante.
Con el tiempo, para los nacidos alrededor de 1950 el “vayan pelando las chauchas” se volvía utopía, ni que decir la nostalgia para quienes lo vivieron.
Pero junto a la debacle nacional, de un Uruguay que moría, otro Uruguay nacía.
Y quizás hoy, como decía Leal, ese nuevo Uruguay se esté reconociendo.
En realidad el derrumbe del viejo Uruguay no culminó en la dictadura, ni con la restauración democrática, si bien este hecho también marca el proceso de recuperación de una nueva conciencia nacional. La culminación y el fondo de la crisis de los cincuenta, ocurre exactamente 50 años después con la crisis del 2002.
Las ausencias. Los vacíos.
Si el primer Batllismo marcó el siglo XX, el fin de la guerra de Corea y el 4º puesto en el mundial de Suiza marcan el principio del fin de ese País.
Y la continuación ese pensamiento progresista, integrador, en la segunda mitad del siglo XX, hasta hoy, es el movimiento obrero y popular, nacido de una teoría y las luchas consecuentes de las décadas del 50, 60 y 70.
Este hoy surge y es parte de aquel ayer.
No sería posible esta realidad política, social, ideológica, cultural, sin la actividad consciente de aquellos pioneros de 1955 que pusieron proa a la construcción de un proyecto de país a partir de la ideología del proletariado. Es que había la necesidad de unir a la clase obrera, al conjunto de los trabajadores uruguayos, a la intelectualidad, a las capas medias de la ciudad y del campo.
Y al mismo tiempo, luchar empecinadamente por la imprescindible unidad de la izquierda.
Se trabajó concientemente para ello. Se puso “el pellejo detrás de las ideas” y éstas se transformaron en acción, como quedó demostrado en los duros años que siguieron.
Se lograron los objetivos planteados en medio de grandes luchas, en las décadas de 1960 y 1970, cuando la clase dominante arreciaba con su proyecto de hacer pagar a los sectores populares los efectos de la profunda crisis post guerra de Corea, imponiendo su “modelo de país” regresivo, autoritario, concentrador de la riqueza, por lo mismo, excluyente.
La guerra de Corea es un hito, en el cual se conjugan:
- El fin de los buenos precios de nuestras materias primas.
- La recuperación de los países centrales, finalizada la guerra.
- La ambición de éstos por recuperar sus viejos mercados y realizar su tasa de ganancia.
- Como consecuencia, a la baja de nuestras exportaciones se suma la suba de los productos manufacturados que importamos.
- El norte desarrollado vive su período dorado hasta mediados de los 70: crecimiento, aumento de la productividad, de los salarios, buena parte a costa de la miseria del sur.
El proyecto regresivo comienza, ya en auge la crisis económica y social con el cambio de gobierno en1959. El Partido Nacional, gana las elecciones de 1958 y 1962. El advenimiento de Pacheco tras las elecciones de 1966 ganadas por Gestido del Partido Colorado, que fallece un año después, culmina el proceso con la oligarquía en el gobierno.
Por otro lado, aquellos lineamientos estratégicos y la acción concreta para hacerlos realidad, sumados a la experiencia de grandes masas en la lucha contra el proyecto regresivo, también dan sus frutos:
- La unidad de los trabajadores en la central única, la CNT. (1966)
- Un programa alternativo al de la derecha, profundo, popular, democrático, surgido del Congreso del Pueblo (1965)
- Por fin, la unidad política de la izquierda en el Frente Amplio, en la disputa por el poder (1971)
Por supuesto que todo esto no fue, no podría haber sido obra de una persona, de un partido. No puede haber unidad si no existe la voluntad colectiva, de partidos, agrupamientos, ciudadanos. Cientos de miles de ciudadanos, que forjaron sus vidas en la lucha codo a codo, multitudinaria, unidos por sus intereses comunes, y también por un sentimiento de justicia, de rebeldía ante el desborde de poder de la derecha oligárquica. Que aprendieron por experiencia propia, en la lucha, que la única herramienta eficaz para los trabajadores y el pueblo es la organización y la unidad para enfrentar al poder económico y político de la clase dominante, para emprender el camino de cambios profundos en la sociedad.
Hubo un espíritu amplio del conjunto de los sectores políticos de trabajadores y pueblo, que forjaron su unidad en la lucha de esos años difíciles.
La experiencia de grandes masas en lucha por sus reivindicaciones más inmediatas, abrió su conciencia a la necesidad de cambios, en una sociedad que sólo beneficia a los dueños de la riqueza.
De ahí a la comprensión de la necesidad de crear las herramientas para esos cambios, hay un solo paso.
Y es hora de reconocer y rendir homenaje a quién, adelantado en el tiempo, elaboró una teoría para la revolución uruguaya. Para quienes trabajaron conscientemente para llevarla adelante,
basados en principios firmes
en una táctica flexible
en un trabajo incansable
indoblegables ante la represión o la calumnia
Conciente que esta gran obra no fue, ni es posible, sin el conjunto del pueblo y de los distintos agrupamientos políticos con sus ideas, opiniones y visiones diferentes, es preciso recuperar la figura de Rodney Arismendi y el trabajo del PCU en aquella etapa precursora.
Papel que ha sido permanentemente ninguneado, olvidado, disminuido, incluso vilipendiado, difundido con medias verdades o falsedades directamente, además no siempre en forma inocente.
Hoy vivimos esta euforia celeste, con profunda emoción, un sentimiento generalizado y grado de felicidad que se trasluce en la cara de jóvenes, viejos, niños, hombres y mujeres maduros.
Satisfechos de superar el “complejo Maracaná”, todas las generaciones festejan la actitud digna de esta selección, aún sin ser los primeros.
Pero la interpretación sociológica, histórica, de Batlle hasta hoy, no justifica “olvidos” de luchas trascendentes, que si explican los grandes cambios en la conciencia, en las ideas de los orientales.
Si se hubiera tratado de un análisis deportivo, sobre épocas, tácticas, técnicas, bien. Nada justificaría lo que escribimos hoy. Pero no han sido pocos los que han querido ver en este fenómeno “celeste”, otras implicancias mas generales, que tienen que ver con la evolución de las ideas, la actitud, los deseos y el comportamiento político, y social de nuestro pueblo. Allí es donde no debemos dejar pasar esos “olvidos”, verdades a medias.
Escuchamos distintas visiones y versiones, como se desarrolla la historia, comienza en distintos puntos, tiempos, lugares, según la ubicación del observador.
Tratamos de dar esta visión.
Desde aquellas ideas y luchas, de aquellos luchadores de los 50 y 60, que terminan marcando este hoy, este presente promisorio.
Se pueden anotar otros tantos momentos memorables de nuestro pueblo, en la calle con sus banderas, o apretados los dientes, en la resistencia a la opresión. Momentos que han ido marcando esa nueva conciencia en los últimos decenios. Teniendo en el recuerdo a tantos compañeros que se la jugaron por ello, muchos están, pero tantos no, que bien vale la pena recordar esos hitos, (seguramente olvidaré otros)
- 1971 . Acto de cierre del FA en avenida Agraciada.
- 1973 . 27 de junio. La Huega General frente al golpe de estado.
- 1973 . 9 de julio. A las 5 de la tarde. Avenida 18 de Julio
- 1980 . El NO de noviembre
- 1982 . Elecciones internas en dictadura. Triunfo de posiciones anti dictadura, voto en Blanco
- 1983 . 1º de mayo. Primer acto multitudinario en dictadura
- 1983 . Noviembre. El Obelisco. Un Rio de Libertad
- 1984 . Año del desexilio, recuperación democrática. Elecciones generales
- 1985 . 1º y 2 de Marzo. Actos multitudinarios con la asunción del nuevo gobierno y desproscripción de partidos de izquierda.
- 1986/87 . La lucha por el voto Verde.
- 1984 – 2004 Crecimiento permanente del FA
- 2004 . 31 de octubre Triunfo del FA en las elecciones con mayoría absoluta en 1ª vuelta. Manifestaciones populares hasta la madrugada.
- 2005 . 1º de marzo. Asume gobierno FA. Multitudinarias manifestaciones
- 2009 . 2º gobierno del FA
Vaya también el homenaje a las decenas o cientos de miles que permitieron “dientes apretados” mantener durante los años negros del fascismo el espíritu democrático y revolucionario, en el seno de cada familia, en la lucha clandestina, en la cárcel, en el exilio. Homenaje “celeste” a través de esa figura inolvidable que fuera JOSE GERMAN ARAUJO desde su Radio 30, forjador de conciencia.
Las manifestaciones por la celeste, más amplias lógicamente, pues no hay en juego posiciones políticas o ideológicas, marcan también un cambio como expresan muchos analistas. La recuperación de la identidad, el aumento de la autoestima.
Y tiene que ver con los fuertes cambios que se han procesado en los últimos 60 años en nuestro país y en el mundo, (éste afectado por una nueva y profunda crisis financiera, económica, política, social e ideológica).
Y “el relato” debe ser completo.
Este Uruguay que nace, no sale de un repollo, no es un relámpago en cielo sereno.
NO.
Es la construcción lúcida, conciente y paciente
la transformación de una Idea en realidad
la forja por parte de todo un pueblo, de la herramienta para llevar adelante cambios profundos en beneficio de las grandes mayorías, dejando de lado el egoísmo, el afán de lucro, de las minoría privilegiadas.
El momento llama a encarar un futuro que será de lucha, de trabajo, de entrega, de solidaridad, de justicia. Que no será un camino de rosas.
Donde “los más infelices sean los más privilegiados”
Donde queden de lado “los malos europeos y peores americanos”.
Bajo un cielo Celeste.