04/06/2021
El Chasque
Vivimos momentos en que debemos revalorar y levantar estos principios: la elección de los representantes y funcionarios por el pueblo, su participación en la toma de decisiones, el control permanente sobre quienes fueron elegidos.
En pocos meses se realizarán el Congreso del FA y las elecciones internas.
Vemos que algunos sectores se preparan para formar una “plataforma de acción común”, el bloque seregnista, así lo manifestaron varios dirigentes, para fortalecer una visión de la realidad y de la interna.
Por nuestra parte, es necesario, si queremos incidir, unir en torno a una corriente o espacio que una a quienes pensamos igual, en base a algunos puntos concretos. No estamos pensando en un nuevo sector, más bien al contrario, grupos, sectores, militantes no sectorizados, para la acción común y no quedar invisibilizados como y ha sucedido en anteriores Congresos y el Plenario Nacional.
Desde del Movimiento 10 de Setiembre (M10S) hemos elaborado dos documentos (en diciembre de 2019 y julio de 2020) que podrían servir para el debate y la acción común en torno al Balance, Autocrítica y Perspectivas, que será fundamental para el futuro de la fuerza política. .
También a través de El Chasque hemos tratado de aportar para el intercambio de ideas.
Dos elementos nos parecen centrales:
1. Dar la lucha concreta basados en las necesidades, que implica dejar claro que el enemigo de trabajadores y pueblo es el Gran capital.
2. Es esencial la participación protagónica del pueblo en todas las instancias y en la toma de decisiones.
Tareas concretas.
Tener en cuenta primero las necesidades, encontrar salidas para la dura situación de desempleo, caída de salarios, desalojos, pobreza y miseria extrema, etc.
Hay dos batallas frontales en curso frente al proyecto regresivo del Gran Capital, llevado adelante desde el gobierno:
Primero, conseguir las firmas para plebiscitar la LUC y que el pueblo decida.
Segundo, enfrentar la Reforma de la Seguridad Social que pretende el Gran Capital para seguir engordando sus ganancias a costa de los trabajadores, que el gobierno pretende aprobar este año.
Por otro lado, a partir de junio los trabajadores tendrán que enfrentar en los Consejos de Salarios y la Rendición de Cuentas, al poder dominante. Nuevamente se tratará que paguen el peso de la crisis y la codicia de los sectores privilegiados (Malla Oro), con rebajas de salarios y menores gastos sociales.
El FA debe apoyar y promover toda expresión de lucha popular, fundirse en ella y ejercer un papel orientador hacia la liberación definitiva.
Es necesario recordar las palabras del General Seregni: hay que “renovar y movilizar creativamente el país” y “enfrentar el obstáculo que es la oligarquía”, paraconvocar a una gran corriente político-social por soluciones a la crisis.
La historia ha mostrado que las soluciones sólo vienen con la participación popular, con la planificación, la toma de decisiones, la dirección y control de los procesos de cambio por parte del pueblo.
Conciencia
El objetivo principal es ubicar al movimiento popular, como sujeto de los cambios, que las decisiones surjan del debate más amplio y democrático, en camino hacia las transformaciones necesarias. Sólo un pueblo conciente, convencido de que su vida depende de su acción colectiva, será capaz de llevar adelante el proceso de cambios necesarios y posibles para la creación de un nuevo orden social superador de la actual crisis civilizatoria.
Participacion
Desde Espartaco a nuestros días, se ha necesitado un liderazgo, dirigentes, cuadros, militancia alfrente del pueblo.
Hay un momento en que las masas adormecidas por años de explotación y menosprecio, se ponen en movimiento.
La historia la hacen los pueblos y estos proyectan a sus mejores representantes para encabezar la lucha, líderes, dirigentes, cuadros, militantes. La clase dominante paga sus dirigentes para mantener su dictadura.
Hay una nada sutil diferencia, escondida a derecha e izquierda, mencionada con harta frecuencia sobre el concepto: Participación. Democracia
¿Cuanto, cuando y como participa el pueblo en las decisiones?
La izquierda, con razón, acusa a la derecha de promover una democracia renga -no desea la participación, ni atiende las necesidades del pueblo- invoca a la mayoría, mientras defiende los intereses de una minoría.
Para la izquierda, lo fundamental es más democracia, promover la participación del Pueblo organizado y conciente, para lo cual hay que seguir buscando los mecanismos adecuados.
No olvidar. Entender que, independientemente de la correlación de fuerzas, coyuntural y momentánea, lo que se necesita es que las mas amplias masas avancen en conciencia, unidad, organización.
Capitalismo
Nadie puede evitar que la concentración de la producción sea más eficiente que la dispersión; las grandes multinacionales demuestran que las formas de gestión en grandes conglomerados de empresas, centralizando las tareas estratégicas,van en ventaja sobre las pequeñas y medianas empresas que, aisladas, dilapidan recursos.
Esto es un hecho de la realidad. Es necesario que trabajadores y pueblo lo comprendan cabalmente, para actuar en consecuencia. Para combatir al gran capital, más que la valentía para enfrentar su violencia –que es imprescindible- al acceder al poder es necesario el conocimiento de la ciencia, la técnica y la capacidad de gestión, para actuar al menos con la misma eficacia que ellos.
Tener claro que manda el dueño de la propiedad.
Y para que los productores directos tengan una posibilidad de éxito, deben disputar por esa propiedad monopólica en manos de unos pocos. (A nivel mundial 26 milmillonarios tienen igual riqueza que la mitad de la población más pobre.)
Hoy no es posible un desarrollo sustentable de la humanidad, con la creciente acumulación de riqueza; prepararse para tomar el mando es una obligación de trabajadores, pueblo y sus organizaciones sociales y políticas, a riesgo de perderlo todo
Las ganancias empresariales.
Jamás se escucha como variable de ajuste a las ganancias empresariales.
Los riesgos por la inestabilidad financiera, económica, de los mercados, siempre y “naturalmente” van hacia el ajuste en los costos, en especial los salarios y el gasto público, vía rebaja de impuestos.
Es razonable ser conservadores en épocas inestables, pero lo interesante para la clase dominante, es que el cinturón se lo aprietan los trabajadores y los ahorros lo administran los propietarios. Si se rebajan salarios públicos y privados, en una “sana” política previsora, mientras la situación es de bonanza, ese ahorro va al bolsillo de los dueños del capital.
Si las cosas van mal, se cumplen las previsiones más pesimistas, aquellos ahorros harán menos dramática las dificultades para los dueños de la riqueza -que los administraron-, mientras trabajadores, pequeños y medianos propietarios- irán al paro forzoso, la quiebra, o una nueva disminución de sus salarios e ingresos.
¿Ahora, el capital transnacional es nuestro amigo?
NO. Los organismos internacionales, las empresas transnacionales, el Mercado, las calificadoras de riesgo, los tratados de Inversiones, condicionan, mediatizan e impiden incluso, que funcionen los mecanismos democráticos para que los pueblos, los gobiernos soberanamente, tomen decisiones.
Las instituciones se vacían de contenido, restringiendo las decisiones a pequeños círculos, donde tienen más importancia los grandes inversores, que el pueblo y sus representantes.
¿Que cambiar?
¿Qué hace la diferencia, para la superación del actual sistema, frente a aquellos que lo quieren perpetuar?
Una opción es apostar a mejorar el sistema. El sistema tiene un problema.
Otra es pensar que El problema, es el Sistema.
Algunos plantean: el socialismo es la solución, pero el capitalismo es lo posible. Hoy lo único cierto es la inversión privada, la gestión privada, lo público no funciona, el estado es ineficiente, burocrático, corrupto, incapaz de administrar, de dirigir, controlar a sus propios funcionarios.
Se aspira a una transformación profunda en un futuro (lejano), sin cambiar nada en el presente. La única alternativa es mejorar el capitalismo en lo que se pueda), con lo cual aumentan las ganancias privadas y se da alguna asistencia a los más débiles.
Rosa decía:
Renunciar a la organización en el campo popular, renunciar a la lucha, es entregar el poder a la burguesía.
“Visto que el liberalismo burgués ha vendido su alma por miedo a la creciente movilización obrera y a su objetivo final, llegamos a la conclusión de que el movimiento obrero socialista es hoy el único puntal de aquello que no es el objetivo del movimiento socialista: la democracia. Debemos sacar la conclusión de que el movimientos socialista no está atado a la democracia burguesa, sino que, por el contrario, la suerte de la democracia está atada al movimiento socialista.” (Rosa Luxemburgo Reforma o Revolución. Pag-38)
Por lo tanto, afirma, la revolución social, es la forma de afirmar la democracia, y quienes optan por el método de la reforma,
”no optan por una vía más tranquila, calma y lenta hacia el mismo objetivo, sino por un objetivo diferente. ..(Su) programa no es ya la realización del socialismo, sino la reforma del capitalismo; no es la supresión del trabajo asalariado, sino la reducción de la explotación, es decir, la supresión de los abusos del capitalismo en lugar de la supresión del propio capitalismo.” (Rosa Luxemburgo Reforma o Revolución. Pag-39)
En cambio, los orientales deben encontrar ese núcleo de ideas que apunten a la superación del sistema, a través de reformas también, pero que vayan debilitando al Gran Capital privado y promoviendo formas de propiedad y gestión social. El camino hacia esa nueva sociedad encuentra enconados enemigos, en aquellos que no están dispuestos a limitar sus privilegios.
Sólo con la participación directa el pueblo podrá construir su propio destino, que resuelva sus necesidades. Que el pueblo decida y afronte las consecuencias de sus decisiones.
Y, quienes, desde posiciones de gobierno -en la izquierda- alentaron la idea de que “es posible avanzar” manteniendo el sistema, la clase dominante, basados en que la “única forma de tener más empleo es con la inversión privada, y cuanto más grande mejor”, sólo se estará fortaleciendo al enemigo en lo económico, político e ideológico.
Al no dar la batalla económica -que es esencialmente ideológica-, al reconocer -sin pelea- que la propiedad privada es más eficiente, más rentable, más beneficiosa, entregamos a los trabajadores, al pueblo, en las garras de sus explotadores y sin defensa posible.
Es como si en la guerra, guardáramos nuestras armas y municiones en los arsenales del enemigo. Cuando les entregamos la economía, la producción, las finanzas, la distribución, los servicios, los medios de comunicación, el conocimiento, la información, la ciencia, la técnica, la gestión de los negocios e incluso de la administración pública, ¿con qué armas quedan los pueblos para defenderse?
Equivale a que un ejercito, entregue sus armas, sus municiones, sus camiones, sus rutas al enemigo y después se diga: “no podemos pelear contra un enemigo tan poderoso”
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La cuestión no es sólo tratar de obtener el 51% de los votos, sino crear conciencia, ganar la voluntad de más del 90% de la población que sufre las consecuencias de la Gran concentración de Capital y, todavía cree los cuentos de que realmente merece la vida que le tocó.
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Frente Amplio
Abrir un profundo debate sobre el futuro, ¿a que sociedad aspiramos?
¿Quiere decir ir hacia una horizontalidad que pierda eficacia e impida todo gobierno? ¿A un estado de asamblea permanente, donde todo sea decidido por todos, donde la confusión sería mayor aún?
No. Quiere decir que los objetivos finales, en el largo plazo, la estrategia y la táctica sean discutidos y decididos en la más amplia y madura participación democrática y después se elija a quienes van a se los ejecutores de esas decisiones.
Instrumentar esa participación popular masiva es la tarea central de la Dirección política, del Plenario Nacional del FA.
Necesitamos discutir en concreto elementos de un programa. El último documento de balance plantea como eje Erradicar la pobreza.
En que consiste erradicar la pobreza?
La Derecha no se opondrá a esta consigna. Es más, la proclama como su aspiración, para ello el libre mercado, favorecer a los “malla oro”, la promoción de la inversión privada -más eficiente que la estatal-, bajar los costos del Estado, no subir los impuestos, etc.
Para el FA, que es?
¿Es una enunciación de buenas intenciones o es el pilar de un programa de soluciones a la crisis?
Necesidad de un Programa
Hay que partir de un análisis de clase. De las necesidades de cada clase y sector, de los problemas que afligen a cada uno y las formas que se plantean para resolverlos. No imponer el programa a nuestro gusto, sino buscar los puntos de acuerdo de la clase obrera y sus posibles aliados.
¿Cual es el enemigo común a los sectores populares, al 90% de la población?
Claramente el 90% es perjudicado en mayor o menor medida por la Oligarquía, el Imperialismo, el gran capital nacional e internacional (26 milmillonarios tienen igual riqueza que 3,800 millones de personas), en Uruguay “de un total de 167 mil empresas, 200 concentran el 27% de la producción y a la vez 100 de ellas son extranjeras” (Geymonat)
Y las estadísticas nos muestran año a año como crece la concentración de capital.
Por tanto se puede decir: hay un bloque social que es expoliado -en diferentes niveles- objetivamente interesado en cambios profundos en la realidad económica nacional.
A la clase obrera se suman una cantidad enorme de asalariados, cooperativistas, capas medias, intelectuales, profesionales, estudiantes, jubilados, productores directos, cuenta propistas, micro, pequeñas y medianas empresas de la ciudad y del campo. Es fundamental segregar a estos sectores
de la influencia de la Oligarquía. Y no ayuda que los gobiernos progresistas sigan promoviendo al Gran capital privado como la solución a los problemas de inversión, trabajo, tecnología, eficiencia y poniendo en la picota al Estado, como ineficiente, burócrata, corrupto.
En 2020 había más de 407,000 personas por debajo de la linea de pobreza (100,000 más que en 2019), de los cuales 130,000 menores de edad.
También existen entre 300,000 y 400,000 trabajadores en la informalidad.
Entonces, tras la justa consigna de erradicar la pobreza, hay que analizar la situación, el momento que vivimos, bajo un gobierno de la derecha que aplica políticas neoliberales en favor de los sectores económicos dominantes y lo hace sin disimulo, echando mano a sus postulados ideológicos que justifican la existencia de diferencias “naturales” entre los seres humanos, que a unos les tocó ser “ricos y sanos” y a muchos “pobres y enfermos”. Ideología que protege sus intereses, casualmente, pero que coincide -dicen- con la realidad totalmente objetiva de las leyes del mercado, la necesidad de acumular capital (unos pocos) para poder invertir y producir para que -un día- toda la sociedad pueda gozar de los bienes y servicios por ellos creados (en base al trabajo asalariado claro)
Ante esta situación, de crisis (económica y sanitaria a nivel mundial) en el país, ¿cual es la táctica del FA frente al gobierno?
¿Que programa alternativo se plantea frente a la acción regresiva del gobierno y la situación concreta?
¿Qué estrategia para acumular fuerzas, en el camino para derrotar al neoliberalismo y aislar a los sectores fascistas que aprovechan la crisis con planteos demagógicas para ganar a ciertos sectores más atrasados?
Un gran movimiento social por soluciones, por resolver las necesidades de esa mayoría nacional que sufre las consecuencias de una crisis violenta provocada por la ambición sin límites del Gran capital monopólico, nacional e internacional, aliados para maximizar sus ganancias.
Como vimos, un 90% de la población es naturalmente parte de esta fuerza social.
Con la consigna de erradicar la pobreza como emblema nacional, facilitar trabajo -no asistencia- se necesita un Programa y llamar a la participación activa de nuestro pueblo para dar una mano a “los más infelices”, a los que hoy están más débiles, no por haraganes o inútiles, sino porque el sistema no los necesita y los deshecha. La prueba es que ante la sola mención de “una changa” se anotaron 250,000 uruguayos.
Una Gran disyuntiva para el FA
Mejorar las condiciones de vida dentro del capitalismo, dejar que la burguesía conduzca el proceso de la revolución democrática en el país, lo que significa quedar en manos de los más poderosos, la oligarquía nacional ligada al capital monopólico internacional.
Superar esas limitaciones que impone el Sistema, “desplazar a la oligarquía del poder y llevar el pueblo a gobernar”, con los trabajadores en la primera linea a la cabeza de ese proceso.
LLEVAR EL PUEBLO A GOBERNAR
Nuestra tarea, aportar para que el pueblo comprenda “las limitaciones del sistema”: la acumulación de riqueza tiene como consecuencia la multiplicación de la pobreza. Claramente, no es nuestra tarea, convencer a los trabajadores que las grandes inversiones y el enriquecimiento privado, traerán fuentes de trabajo y el bienestar general.
Sin un pueblo conciente de su papel, movilizado y preparado para la lucha, no habrá avances. Solamente el nivel de participación del pueblo determinará la profundidad de los cambios.
A su vez es necesario alcanzar determinados objetivos:
(1) Impulsar en el seno del pueblo el debate amplio y democrático para la toma de decisiones sobre su destino, su organización y movilización permanente, para defender y ampliar las conquistas, hacia un poder popular de nuevo tipo.
(2) La Comunidad organizada en cada lugar será resumen y artífice de ese protagonismo popular.
(3) Un Frente Amplio inserto en la lucha popular, con capacidad para organizar y llevar el pueblo a gobernar.