Mucho antes de tener idea de lo que es un fractal, ya lo sabía, pero me vine a enterar ahora.
Cada mes nos llegan alimentos para complementar lo que nos dan. Se guardan y se reparten equitativamente sin preguntar de quién son, pero nos están complicando la vida los ratones que rompen bolsas y arruinan lo poco que tenemos.
Silvio Pérez se siente obligado a solucionar el problema y fabrica un ingenio digno de Poe (al decir de Manolo, que es profesor de Literatura). Es una trampa hecha con un termo de lata, que funciona de la siguiente forma diabólica: el ratón es atraído por grasa que se encuentra dentro de un pequeño recipiente calado, en la base del termo. Cuando entra, pisa una rampa y la puerta de entrada cae como una guillotina. El ratón está muy asustado, entonces ve una luz encima de él, comienza a trepar por un túnel vertical y levanta una tapa de lata, cuando pasa, la tapa cae y ya no puede retroceder, solo le queda avanzar y más tarde o más temprano lo hace, llega a la parte superior del cilindro y allí lo espera otra rampa, engañosa, lisa y movible que se hunde con el peso de su cuerpo y lo hace caer en el agua. El mismo peso del ratón que hundió la rampa sirve para levantar de nuevo la puerta de entrada de abajo y la trampa queda armada por la víctima.
La trampa se convirtió en un tema más interesante que los ratones y todo el mundo hizo pronósticos acerca de su efectividad. El asunto fue que en la trampa cayeron dos ratones, pero otros, más vivos con más suerte o peor olfato, siguieron en la vuelta.
Vaya a saber porqué, nuestros carceleros se interesaron por el problema y una mañana, se escuchó por el intercomunicador:
_Atento, barraca tres.
_Comunique.
_Pregúntele ahí al fajinero si en esa barraca hay ratones y cuántos hay.
_Comprendido.
_¡Fajinerooo!
_Sí, guardia.
_De la guardia preguntan si hay ratones y cuántos hay.
_Ratones hay, porque agarramos dos con una trampa que hizo un compañero, pero cuántos hay no sabemos.
_Atento guardia.
_Adelante barraca tres.
_Aquí los reclusos dicen que hay ratones, que agarraron dos y los demás se dieron a la fuga...
A veces sueño que los ratones fabrican trampas para atrapar pulgas, pero no sé como termina, siempre me despierto antes.