Forjando la Unidad
Mucho se ha hablado sobre el papel de la izquierda en
Uruguay, el paso quizás lento, pero seguro, su crecimiento desde la caída de
la dictadura. Este proceso tiene varias vertientes, pero uno de sus
protagonistas han sido, sin duda, los comunistas uruguayos.
En la primera mitad de la década del 50, precisamente
después de la guerra de Corea, comienza el principio del fin del viejo
Uruguay.
En ese momento el Partido Comunista del Uruguay sale de una seria crisis
interna: "Realizamos el balance de una etapa muy importante de la labor del
Partido. Ese balance supone una revisión ideológica profunda, a través de la
cual trazamos una orientación general y tareas concretas para el desarrollo
inmediato de las luchas de la clase obrera y el pueblo..." (Informe al XVI Congreso, 30 de setiembre de 1955).
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Más adelante: "Masas cada vez más considerables, expresan su
descontento por la situación económica y social del país, por la carestía
inaguantable, por las empeoradas condiciones de existencia y aspiran clara o
confusamente a un cambio.
Estos elementos del despertar acentuado de grandes masas a la lucha, y en
primer término de radicalización y de unidad creciente del proletariado, deben
ser advertidos claramente por nuestro Partido, como el carácter más importante
de la situación nacional, rasgo a tener en cuenta por todos nuestros
militantes para ponerse al frente, con audacia y combatividad, sin sectarismos
y sin disquisiciones esquemáticas, de las luchas reivindicativas de la clase
obrera, de los campesinos, de las amplias masas populares, para elevarlas
políticamente y poner en marcha así, por todos los caminos, la formación del
Frente Democrático de Liberación Nacional." (Informe al XVI Congreso, 30 de setiembre de 1955).
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"Un
gran descontento recorre el país. La mayoría indiscutible de nuestro pueblo
aspira a un cambio en la situación económico-social. Maduran en nuestra patria
las condiciones para la organización del Frente Democrático de Liberación
Nacional. La cuestión consiste en saber cómo nuestro partido une a la clase
obrera y a las masas populares, encabeza su lucha reivindicativa y facilita su
pasaje a las posiciones revolucionarias, es decir, como organiza el gran
movimiento de liberación contra el imperialismo yanqui y la oligarquía
vendepatria que oprimen a nuestro pueblo.
La tarea central del Partido en estas condiciones, es hallar las vías
concretas para unir a las grandes masas, aún dispersas, y encauzadas por los
distintos senderos de su propia lucha, hacia el gran caudal del Frente
Democrático de Liberación Nacional" (Informe al XVI Congreso, 30 de setiembre de 1955).
Así definían la situación los comunistas uruguayos hace
ya 50 años, cuando todavía se vivía en el país de "las vacas gordas", en la
soñada "Suiza de América". Lucha de masas, y unidad. En esa dialéctica, las
masas haciendo su propia experiencia en la lucha, avanzarían en conciencia y
organización y serían capaces de construir su unidad.
En Agosto de 1958 se realizaba el XVII Congreso:
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"El documento programático condensa el
proceso ideológico y teórico – político realizado por el Partido durante casi
tres años , o sea el esfuerzo por aplicar los principios universales del
marxismo – leninismo a la realidad nacional , por resumir en fórmulas
programáticas – producto del análisis del curso histórico del país, del
estudio concreto de las relaciones de producción y por ende de la
correlación de las clases y de las fuerzas políticas -, el camino de la
liberación nacional y social de nuestro pueblo. Responde así a los principales
interrogantes de la realidad nacional y expresa las mejores aspiraciones de
nuestro pueblo a la felicidad." (Informe al XVII Congreso.
Agosto de 1958)
Sobre América Latina se
planteaba:
" ....asistimos a un
despertar creciente de los pueblos de América Latina. El crecimiento de las
luchas de clase obrera, bajo la forma de pujante movimiento huelguístico, las
acciones campesinas en distintos países, la militancia democrática de los
estudiantes e intelectuales, el desenvolvimiento de la conciencia patriótica,
han escrito en todo este período páginas de gran combatividad. La caída de
varias dictaduras al servicio del imperialismo, particularmente de Venezuela,
el avance democrático en Argentina, la lucha heroica del pueblo cubano, la
consolidación de la unidad obrera y antiimperialista en Chile, el desarrollo
de las luchas nacionales en Brasil, el repudio general al imperialismo yanqui
que Nixon comprobara en carne propia, están señalando una nueva situación en
el continente." (Informe al XVII Congreso.
Agosto de 1958)
Y la situación de Uruguay era
analizada así:
"La desocupación se extiende a
nuevos grupos de la clase obrera y prácticamente un trabajador de cada tres se
encuentra en la situación de desocupación parcial o total. La carestía de la
vida que sube a saltos, reduce los salarios obreros y los sueldos de los
empleados, profesores, maestros y demás sectores de las capas medias
laboriosas y vuelve aún más miserables las jubilaciones, pensiones y retiros.
La pérdida de la tierra, las altas rentas y las condiciones ruinosas que la
especulación, los impuestos y la usura de los monopolios capitalistas crean a
los agricultores y ganaderos pequeños y medios, acentúan el éxodo permanente
de la población rural, que disminuye año tras año por la fuga de las
familias de los asalariados, peones del campo, medieros, etc. corridos por la
miseria y por una vida sin horizontes y que van a parar al rancherío lindero
de las ciudades, a engrosar las cifras de los desocupados.
Los industriales y comerciantes pequeños y medianos, son a su vez
golpeados por esta situación. El endeudamiento y la amenaza de la ruina los
coloca más en manos de los bancos y de las minorías de grandes capitalistas;
la desaparición de muchas pequeñas fábricas, particularmente de la metalurgia
y del textil, y la reducción de turnos en otras, son señales de este estado de
cosas."
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"Por lo demás, los índices generales permiten prever que la economía del
país empeorará, golpeada por la crisis económica en desarrollo en los EE.UU. y
cuyas consecuencias los monopolios procuran echar sobre los países coloniales
y dependientes."
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"En el comercio exterior se expresan todas las contradicciones de nuestra
economía dependiente del imperialismo. La caída de las exportaciones,
particularmente de la lana, y de los precios de las materias primas se
reflejarán más agudamente en la balanza comercial....
El tema de la crítica situación económica de la República es hoy el
comentario obligado de todas las fuerzas políticas ante la elección; de él
parten las inculpaciones mutuas entre los partidos de las clases dominantes y
es el caballo de batalla en la demagogia de ciertos sectores regresivos."
(Informe al XVII Congreso.
Agosto de 1958)
Las tareas política
planteadas, no descuidaban a nadie, así se planteaba el tema de los sectores
católicos:
"En la arena política actúa
también la Unión Cívica, partido relacionado al Vaticano. En su vinculación a
los Bancos norteamericanos y a grandes empresas financieras, y su política es
de sumisión al imperialismo yanqui. Al denunciar este hecho, debemos procurar
a la vez un lenguaje de unidad con las masas católicas, como ya lo indicara
el Partido en diversas oportunidades." (Informe al XVII Congreso.
Agosto de 1958)
Y fundamentalmente hacia todos
los sectores sociales y políticos:
"Pero, camaradas, la
plataforma política que expresa el sentido de este cambio de rumbos no podrá
lograrse solamente con luchas aisladas. Reclama la unidad militante del
pueblo, a través de su acción de frente único y sólo podrá triunfar por una
dura y firme batalla. Esta deducción deriva de la propia naturaleza del
cambio que postulamos. No se trata sólo de arrancarle algunas reivindicaciones
al actual gobierno o de continuar mejorando la situación política nacional.
Equivale a una modificación cualitativa del actual cuadro político. Para ello
los sectores patrióticos y democráticos deberán pasar a decidir en los
destinos de la República, es decir, aquellos hombres y grupos políticos
dispuestos a enfrentar al imperialismo yanqui, a defender la soberanía y la
economía nacionales, a transformar los representantes del Uruguay en la ONU en
una voz a favor de la paz mundial, en impulsar medidas democráticas y de
bienestar popular. Esos sectores patrióticos hoy están primordialmente en las
organizaciones obreras y populares en lucha; están en segundo término en los
distintos partidos políticos, pero dispersos y confundidos con los agentes del
imperialismo y de la reacción." (Informe al XVII Congreso.
Agosto de 1958)
Advierte además:
"...cuáles son las
principales debilidades del movimiento democrático uruguayo con vistas a
lograr su superación en la medida de nuestra fuerzas :
... El conjunto de las luchas reivindicativas – con excepción de las
sindicales - se han mantenido dispersas, ......
La insuficiente vinculación, tanto en el plano sindical como político del
proletariado, con la amplia gama de las capas medias, es una debilidad de la
situación política uruguaya, se vuelve también un riesgo inmediato para la
clase obrera. Toda la prédica de la reacción tiende hoy a aislar a la clase
obrera y a enfrentarla a las capas medias que pueden ser sus aliados. Si a
ello agregamos otros hechos: el desnivel entre la organización obrera y el
movimiento campesino, la utilización insuficiente de las posibilidades en
el medio intelectual, la estrechez del movimiento femenino y el carácter
incipiente del movimiento juvenil, advertiremos que ha llegado el momento de
pensar en cómo vamos a mejorar este estado de cosas.....
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Es insuficiente la búsqueda de caminos para deslindar fuerzas en los partidos
políticos e impulsar a hombres o grupos a posiciones más activas a favor de
la paz y de las reivindicaciones de las masas. Cuando colocamos el acento en
el frente único de las masas obreras y populares y en el desarrollo del
Partido, clave de nuestra política, es fácil deslizarse a la idea sectaria de
prescindir de todos los agrupamientos políticos existentes. Por el contrario;
debemos pensar en cómo reunir a las fuerzas políticas patrióticas existentes
en los diversos partidos, en esta gran lucha de nuestro pueblo. La
constitución heterogénea de los partidos tradicionales, significa un obstáculo
para configurar, el mapa político real según el contenido de clase y la
significación política de cada grupo. Pero ello no debe excluir el contacto
activo con todos los hombres o sectores que mantengan posiciones patrióticas,
democráticas y progresivas, a la vez de procurar impulsarlos, por las acciones
de frente único, a una participación verdadera en la actividad múltiple del
movimiento de masas.
Sabemos que sólo la acción de las masas y el crecimiento del Partido
determinarán nuevas perspectivas; pero ello no debe significar una
autolimitación sectaria que nos aparte del estímulo a los pasos que en
nuestra misma dirección den integrantes de otros sectores políticos.
La medida de nuestro acierto debe estar dada por el grado de desarrollo de
las luchas de masas, protagonistas de todo el proceso unitario, y por lo tanto
por el grado en que hagan su experiencia política y avance su comprensión de
los objetivos de un cambio de la correlación de las fuerzas políticas y de los
objetivos más vastos del Frente Democrático de Liberación Nacional.
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Dentro de nuestra preocupación por unir al pueblo uruguayo, se destaca
como una tarea de primera magnitud, la unidad de acción con el Partido
Socialista." (Informe al XVII Congreso.
Agosto de 1958)