La Resistencia
27 de
junio de 1973
URUGUAY - GOLPE DE ESTADO - HUELGA
GENERAL
Se cumplen 32 años del Golpe de
Estado, del comienzo de uno de los períodos más negros de la historia
del país, pero también de uno de los hechos más heroicos protagonizado
por la clase obrera y el pueblo uruguayo, los 15 días de huelga general
de resistencia a la dictadura. Obreros, empleados, universitarios,
estudiantes se vuelcan a la resistencia.
No fue solamente un hecho heroico,
sino el comienzo de la resistencia que perduraría por todo el tiempo que
duró la represión, el terrorismo, la persecución de todo intento de
accionar democrático. Un hecho que marcó, por lo menos, el aislamiento
total y desde el principio de todo apoyo político o social de masas a la
naciente dictadura.
Pero este aniversario es diferente.
Pues aquel hito que significó, en nuestra historia, el golpe y la
respuesta popular con la huelga general, hoy nos encuentra con un gobierno que responde a los intereses populares, que
quisieron ser barridos a sangre y fuego en aquel momento y en los años
sucesivos.
“Durante quinces días, el más grande
movimiento social de la reciente historia del Uruguay se alzará
alrededor de la clase obrera para resistir la dictadura. ...El
movimiento obrero organizado en la CNT, dando cumplimiento a
resoluciones de 1964 y ratificadas sucesivamente en congresos e
instancias posteriores, ocupa las fábricas, centros de trabajo,
oficinas.
En la madrugada del 26-27 de junio
se reúne el secretariado ejecutivo de la CNT en la sede del Sindicato
del Vidrio y lanza un manifiesto a los trabajadores en el que llama a la
‘ocupación de las fábricas, estado de alerta y asamblea’.
El Partido Comunista que toma
resoluciones decisivas en la noche del 26 de junio respecto a la huelga
general con ocupación de fábricas, mueve a miles de sus afiliados de
agrupaciones de empresas que en la misma madrugada se dirigen a sus
lugares de trabajo y de las agrupaciones barriales...
En la sesión del senado de la
República Enrique Rodríguez diría: “...Cuando otros tiemblen, cuando
otros duden, cuando otros se entreveren en las alternativas tan aciagas
que nos tocará vivir en el futuro, nadie tenga dudas de que donde esté
la clase obrera, donde estén los representantes de las clases
revolucionarias que se han unido para salvar al país definitivamente de
las garras del imperialismo y del latifundio, esas fuerzas no fallarán y
siempre estarán ocupando su lugar...”
“Después de esta jornada aciaga, en
la calle, en la dura lucha, en las confrontaciones, en la sangre que
seguramente verterán los que han llevado al país a esta encrucijada, más
allá de todo esto, surgirá un pueblo que como aquí se ha dicho, no ha
nacido para ser esclavo y en el centro de ese pueblo –que nadie lo dude,
que nadie tenga un asomo de duda- estarán las fuerzas que componen el
núcleo político que nosotros representamos y dentro de él estará (lo
digo con orgullo) con la bandera desplegada en su forma más alta y
gallarda, la clase trabajadora del Uruguay, que nunca ha fallado a las
causas populares y que no fallará ahora”. *
Este gobierno que hoy tenemos tiene
sus raíces profundas.
Un largo período de acumulación de
fuerzas, que culmina con la unidad de la clase obrera en la Convención
Nacional de Trabajadores (CNT), en la unidad de la izquierda gestada en
las grandes luchas obreras y populares, en la calle, a través de la
experiencia de cientos de miles en esas luchas que fueron generando la
conciencia de que no basta la lucha por un salario mejor o mejores
condiciones laborales, sino que allí se aprendió la necesidad de que el
gobierno debía responder directamente a los propios trabajadores a
través de su partido político en una vasta gama de alianzas.
Y las palabras de Enrique, así se lo
llamaba en aquella época, proféticas por lo duro de los momentos que se
avecinaban, pero más aún por la confianza en las fuerzas de nuestro
pueblo, de la clase obrera, el Frente Amplio y del propio Partido
Comunista.
Por eso en este aniversario,
estrenando gobierno, es necesario rendirle el homenaje, el
reconocimiento a tantos miles de militantes que dejaron buena parte de
su vida –algunos la vida misma-, en esta gran aventura de hacer
historia. Y sin dejar de lado a nadie de quienes lucharon en ese
proceso, es de rigor plantear que desde ese instante y particularmente
desde 1975, la dictadura tiene como eje terminar o exterminar al
Partido Comunista Uruguayo pues en ese momento es la principal fuerza
política dentro del Frente Amplio y de la izquierda, por su número y
grado de organización.
Y eso fue así, también,
porque hace
50 años en el mes de
setiembre de 1955, se desarrolló el XVI Congreso, con el
cual el Partido Comunista salía de una profunda crisis. Parece buen
momento evocar hoy estos hechos, ya que mucho tuvo que ver aquel
Congreso con el proceso de unidad de nuestro pueblo, la empecinada
resistencia a la dictadura y el gobierno de hoy.
Se decía así en setiembre de
1955:
"Realizamos el balance de una etapa muy importante
de la labor del Partido. Ese balance supone una revisión ideológica profunda, a
través de la cual trazamos una orientación general y tareas concretas para el
desarrollo inmediato de las luchas de la clase obrera y el pueblo..."........
"Masas cada vez
más considerables, expresan su descontento por la situación económica y
social del país, ... aspiran clara o confusamente a un cambio.
Estos elementos del despertar acentuado de grandes masas a
la lucha, y en primer término de radicalización y de unidad creciente del
proletariado, deben ser advertidos claramente por nuestro Partido, como el
carácter más importante de la situación nacional, rasgo a tener en cuenta por
todos nuestros militantes para ponerse al frente, con audacia y combatividad,
sin sectarismos y sin disquisiciones esquemáticas, de las luchas reivindicativas
de la clase obrera, de los campesinos, de las amplias masas populares, para
elevarlas políticamente y poner en marcha así, por todos los caminos, la
formación del Frente Democrático de Liberación Nacional." **
"La cuestión
consiste en saber cómo nuestro partido une a la clase obrera y a las
masas populares, encabeza su lucha reivindicativa y facilita su pasaje a
las posiciones revolucionarias, es decir, como organiza el gran
movimiento de liberación contra el imperialismo yanqui y la oligarquía vendepatria que oprimen a nuestro pueblo.
La tarea central del Partido en estas condiciones, es hallar las
vías concretas para unir a las grandes masas, aún dispersas, y encauzadas por
los distintos senderos de su propia lucha, hacia el gran caudal del Frente
Democrático de Liberación Nacional" **
Pasaron 50 años, buena
parte de esas tareas se han cumplido, otras faltan y nuevos desafíos se
presentan ahora ante la nueva realidad nacional e internacional.
Se trató de estar, en las buenas y
en los duros tiempos de la dictadura, cuando año tras año veíamos crecer los
números de los “reclusos” en el penal de Libertad y la mayoría de los
mismos caían en la espalda y el pecho de nuevas “direcciones” y
militantes clandestinos del Partido. Que a la vez de aflicción y tristeza, eran la muestra viviente de que la resistencia continuaba y así
fue, hasta el final de la dictadura, cuando poco a poco las banderas
rojas fueron ganando su legalidad junto a las tricolores del FA, y a la
de todos los agrupamientos de la izquierda.
Fueron muchos los que dieron su vida
y su sangre, los que entregaban su vida minuto a minuto, día a día, fue
todo nuestro pueblo quien sufrió duramente y fueron ciudadanos de todos
los partidos quienes forjaron la salida de la dictadura.
Por ello, quisiera recuperar para la
memoria colectiva a las generaciones de comunistas que con su entrega,
su militancia, sus aciertos y errores contribuyeron –junto a muchos
miles de orientales más, por supuesto- a hacer posible esto que hoy
tenemos, y a aquellos militantes que “en los subterráneos de la
libertad” mantuvieron viva la llama de la resistencia, en los momentos
más dramáticos, haciendo realidad las palabras de Enrique Rodríguez en
aquella noche aciaga:
“surgirá un
pueblo que como aquí se ha dicho, no ha nacido para ser esclavo y en el
centro de ese pueblo –que nadie lo dude, que nadie tenga un asomo de
duda- estarán las fuerzas que componen el núcleo político que nosotros
representamos y dentro de él estará (lo digo con orgullo) con la bandera
desplegada en su forma más alta y gallarda, la clase trabajadora del
Uruguay, que nunca ha fallado a las causas populares y que no
fallará ahora”
27 de junio de 2005
Ruben López
* Tomado el libro La
Resistencia a la dictadura 1973-1975.Trabajo colectivo cuya Dirección
estuvo a cargo de Alcira Legaspi de Arismendi
** Informe de Rodney Arismendi al XVI Congreso del Partido
Comunista del Uruguay, en setiembre de 1955