Primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón es cubana
05.09.2011
LA HABANA, 5 Set (UYPRESS) – Un fármaco que ofrece alivio en los casos de cáncer avanzado de pulmón fue desarrollado en Cuba. Los investigadores evalúan aplicar el mismo principio activo para el tratamiento de otras patologías oncológicas.

En momentos en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama la atención en torno al dramático hecho de que el consumo de tabaco mata a más cinco millones de personas cada año, cifra que podrá elevarse a 8 millones para el 2030, Cuba da a conocer la alentadora noticia de haber desarrollado la primera vacuna terapéutica del mundo contra el cáncer de pulmón, uno de los más frecuentes a nivel mundial y el de mayor incidencia entre los fumadores.
Ensayos clínicos exitosos prueban la eficacia del fármaco, que se comercializará en la Isla con el nombre de Cimavax-EGF. Fue desarrollado por investigadores del Centro de Inmunología Molecular de La Habana, quienes ya valoran usar el mismo principio del medicamento en el tratamiento de otras enfermedades oncológicas.

Las buenas noticias fueron divulgadas este lunes por Cuba Debate, que recoge declaraciones de Gisela González, responsable del proyecto, al semanario local Trabajadores. Según esa fuente, la investigadora afirma que el medicamento no puede prevenir la enfermedad, pero mejora considerablemente el estado de los pacientes graves, es decir, ofrece la posibilidad de convertir el cáncer avanzado en una enfermedad crónica controlable, en tanto genera anticuerpos contra las proteínas desencadenadoras del descontrol en los procesos de proliferación celular.

La OMS ha apuntado que el cáncer de pulmón es una de las enfermedades más graves y uno de los cánceres con mayor incidencia en el ser humano, responsable de altos índices de mortalidad oncológica a escala mundial, con más de un millón de decesos anualmente.

Entre los más afectados por este flagelo se encuentran los mayores de 50 años con antecedentes de tabaquismo y personas expuestas a la exposición al humo del tabaco - 600 000 fumadores pasivos mueren en el mundo cada año- y las emisiones de transporte o de ciertas industrias.