Mete un Cambio- 5 de julio de 2016
El carácter de carta abierta que le queremos dar a este articulo se debe a dos circunstancias:
1) que el articulo se basa en un trabajo de Danilo Astori (DA) Hacia un país posible, publicado por CIEDUR en 1984 y
2) porque sería muy interesante que DA 2016 polemizara con DA 1984.
El articulo de referencia pensamos que en esencia no perdió vigencia y es un análisis minucioso, lucido y radical de nuestra realidad económico-social.
Tiene la enorme virtud de que no usa categorías marxistas (en ningún momento aparecen las clases, la lucha de clases, las contradicciones, fundamental y secundarias, etc.), sin embargo, los diagnósticos, las conclusiones y los caminos e instrumentos para cambiar esa realidad son radicales, revolucionarios.
Veamos:
Plantea la necesidad de una visión global de la sociedad, abarcativa; no sólo para tener un diagnostico correcto sino, sobre todo, para encontrar soluciones certeras, que terminaran siendo, radicalmente revolucionarias.
Define a la sociedad uruguaya como Capitalista-Dependiente. No parece necesario fundamentarlo en tanto, la unanimidad de sociólogos y politólogos de izquierda, acuerdan con dicha definición.
Afirma que el objetivo final de los cambios es el Socialismo; no por la determinación política de uno o varios partidos, sino porque “…el Uruguay no tiene salidas, ni siquiera en base a un serio cuestionamiento a su propia existencia como nación soberana”.

Esta afirmación realizada en el 84, merece un análisis

1-El Socialismo implotó. No es posible analizar este terrible y complejo proceso, pero es indudable que fue un golpe terrible para el conjunto de la izquierda mundial, marcó el final del siglo corto de Hosbawn. Es lógico que DA haya cuestionado sus metas socialistas: lo que cuesta creer es que haya cuestionado y descartado todo el análisis de la sociedad uruguaya.
2-Cuando DA afirma que el Uruguay es inviable en tanto sociedad Capitalista dependiente no está pronosticando que va a desaparecer, los países no entran en concordato y cierran como una empresa que quiebra. Cuando pensamos en desarrollo de un país, pensamos en aumentar la riqueza y democratizar su reparto, liquidar la dependencia económica y tecnológica, universalizar la educación, la cultura, la salud, etc.
DA afirma que los últimos 50 años “…Nos están revelando la carencia de salidas que tiene el país desde la propia lógica capitalista y dependiente…”
Una nueva respuesta supone “…una transformación profunda de toda nuestra estructura social, desde sus propios cimientos…”
Dice DA que habría que buscar una nueva racionalidad básica en el funcionamiento de la sociedad. “Una racionalidad que anteponga el interés colectivo y nacional, la solidaridad y la igualdad de oportunidades” “…la solidaridad y la igualad de oportunidades tiene entonces que tomar como punto inicial de referencia el propio proceso de producción”.
DA juzga dura y certeramente la “distribución de la riqueza”.
“…no es suficiente apostar a la existencia de supuestos mecanismos redistributivos de esa riqueza, con la intención de corregir las injusticias implícitas en su origen. Debemos eliminar estas últimas encarando directamente, que no es otro que la producción”.
“Hay un solo camino para lograrlo. Es el de socializar…el acceso a los medios de producción fundamentales, así como el manejo de los mismos en el contexto del proceso de producción”.
Diferencia claramente, socializar y estatizar. Aclara también que socializar no impide la concentración si ese proceso productivo así lo requiere.
Un capitulo trascendente es cuando analiza la que él llama Reinserción internacional del país.
Luego de fundamentarla necesidad de la integración económica, DA se pregunta. ¿Quiénes serán nuestros compañeros de ruta? Y concluye que son los que viven una situación socio-económica similar a la nuestra; se inclina por América Latina y los países del 3er Mundo.
“…esperar que venga esa verdadera integración antes que nos hayamos transformado por dentro, es como esperar que siga funcionando la misma burocracia postiza y artificial que hasta ahora hemos llamado integración…”
Reivindica un nuevo concepto de integración. No es meramente una unión aduanera “…la integración no nace en el comercio sino en la propia producción”.
La base sería la propia integración productiva.
Plantea además la necesidad de una integración tecnológica ya que “…Es francamente un mito que el Uruguay pueda tener una tecnología propia”.
Pero para DA era imprescindible la integración Financiera.
“…rompe los ojos la impostergable necesidad de encontrar una solución financiera radicalmente diferente…” “…no podemos seguir dependiendo del capital meramente especulativo, de los recursos provenientes de los países dominantes y de las exigencias que imponen los representantes de esos intereses, como el FMI”.
También DA reivindica el papel de un Estado eficiente, como protagonista de la economía, incluyendo la actividad financiera en su conjunto.
Habrá también una presencia compartida, no olvidemos, dice DA que hemos planteado la socialización de los medios de producción y ahí el Estado tiene que estar regulando y defendiendo los intereses generales; ejemplo los Frigoríficos, la Pesca, el Transporte.
No conforme con lo dicho sobre la distribución de la riqueza, señala nuevamente la necesidad que la población tenga un acceso significativo a la riqueza generada.
“…lo que hay que postular de ahora en adelante; que la participación de la población en la riqueza que crea con su trabajo , debe nacer en el propio proceso de producción, y no quedar librado a una acción de corrección que en definitiva nunca se produce”.
La reserva y la acumulación de la riqueza “…tampoco puede ser decidida por una minoría que excluye a los creadores de la riqueza”.
Para lograr la integración reafirma la necesidad de “…una lucha cuya meta es la de lograr que el mundo del futuro sea una verdadera comunidad de naciones y no un conjunto de explotadores y explotados”.
DA también examina minuciosamente los instrumentos necesarios para lograr los objetivos planteados. Destacamos;
La propiedad estatal del Sistema Financiero, ya que en materia financiera, nacionalizar es sinónimo de estatizar.
La integración tendrá que ser, Productiva, Tecnológica, Comercial y Financiera.
Reclama la Nacionalización del Comercio Exterior “…por esta vía Uruguay perdió, históricamente, un importante volumen de recursos¨.
Aquí también nacionalizar es sinónimo de estatizar.
En el sector privado se debe priorizar y apoyar las formas gestionarías cooperativas, ya que “…se trata de cambiar las relaciones sociales en que se asienta la actividad económica. El Estado tiene que dar el puntapié inicial con expropiaciones y reasignaciones”.
Y, por supuesto; la propiedad colectiva de la tierra.
“…la reforma agraria no es sólo un problema de tamaño o de tenencia de la tierra. Es en cambio, un programa de sustitución de una forma de funcionamiento del agro basado en el interés capitalista individual e independiente, por otro en el que el criterio básico de comportamiento sea colectivo y nacional”.
Plantea 2 mecanismos
“…la sustitución de las grandes empresas capitalistas… por organizaciones de tipo cooperativo”. También colectivizar los minifundios.
Pero además
-Los principales precios tienen que ser controlados por el Estado
-Regular el crédito y fijar intereses.
-Regular la compra-venta de divisas.
-Limitar la fuga de capitales.
Hasta aquí, lo planteado por DA.
Con el mayor de los respetos por el cro. DA y todos los que piensan como él, por honestidad intelectual tendrían que explicarnos, tendrían que fundamentar un cambio tan radical de concepción.
¿Ya no hay que socializar los medios de producción?
¿Ya se puede generar un Capitalismo dependiente “como la gente” como dijo Mujica?
¿Ya no es necesario establecer la propiedad colectiva de la tierra?
¿Ya no hay que nacionalizar el sistema financiero? ¿Ni el comercio exterior?
¿Ya no hay que controlar los precios? ¿Regular el crédito? ¿Y los intereses?
En fin ¿la caída de la URSS y del Socialismo todo, justifica y fundamenta este giro de 180 grados?
Creemos que no, pero queremos escuchar argumentos.