Guatemala y su  Diáspora, 28 de agosto de 2015

Sr. Secretario General de la ANN
Sra. Secretaria General de Encuentro por Guatemala
Sr. Secretario General de Convergencia Democrática
Sr. Secretario General del MNR
Sr. Secretario General de la URNG
Sr. Secretario General de Winaq

 

 

Estimados conciudadanos:

A lo largo de los cuatro meses transcurridos desde el 25 de abril, nosotros nos hemos encontrado con Ustedes en diversos eventos del Movimiento por la Dignidad, particularmente en las manifestaciones en la Plaza de la Constitución y el Desfile del Primero de Mayo. Ha sido alentador encontrar en dicha Plaza, junto a ciudadanos y ciudadanas sin partido y miles de integrantes del movimiento popular, a muchos dirigentes y militantes de los partidos políticos progresistas, incluidos algunos Secretarios Generales. Creo que ha habido total coincidencia de Ustedes con el Movimiento en cuanto a exigir la renuncia de Baldetti y Pérez y la separación de Maldonado, como heredero que es de la mafia Patriota.

No nos explicamos, sin embargo, por qué aceptan Ustedes la “camisa de fuerza” del proceso electoral actual, como admitió Rigoberta Menchú en entrevista hace pocos días en CNN. Avalar un proceso electoral viciado, que le dará continuidad al corrupto sistema político, y conformarse con las migajas políticas que “los poderosos” y la Embajada les ofrecen, constituye una falta de lesa Patria que la ciudadanía no perdonará, particularmente ahora que se encuentra profundamente indignada. Hemos demostrado hasta la saciedad que estas elecciones son inconstitucionales, ilegales, inmorales, ilegítimas, ineficaces, ineficientes e inútiles, en suma, inaceptables. La visión general de la ciudadanía es que “todos los partidos políticos” son lo mismo y la acusación que se le hace a la izquierda es que tiene tanta responsabilidad en el descalabro político como la derecha y el centro. La percepción ciudadana es que por unas cuantas curules y las prebendas que ahí se generan los partidos progresistas están dispuestos a continuar dejando el sistema político en las manos de alguna facción del “crimen organizado”.

Hagamos un análisis objetivo de la situación electoral. Según las encuestas --con las fallas evidentes de las mismas, al tomar partido, y con sesgos claros hacia la derecha-- las tres personas que pueden disputarse la presidencia en segunda vuelta son Baldizón, Torres y Pérez (Jimmy). La decisión ya fue tomada en la Embajada: van a la segunda vuelta Baldizón (porque no lo puede impedir Robinson, pese a tener un candidato a vicepresidente ilegal) y Pérez. Y en la segunda vuelta, considera la Embajada que vía presión y dinero puede aglutinar todos los votos contra Baldizón y coronar a otro Pérez (igualmente apoyado por militares, como Otto). De los partidos progresistas, debido a su fraccionamiento, quizás uno alcanzaría, en condiciones normales, el necesario 4% para sobrevivir como partido; en las condiciones actuales, sin embargo, será casi imposible, ya que la gente que votaría por una candidatura progresista es la que está más definida en no permitir elecciones, abstenerse o votar nulo. La supervivencia de casi todos los partidos progresistas dependería entonces de colocar a un diputado, como mínimo, o dos, en caso de ir en alianza. No obstante, el Congreso estará dominado en más del 50% por Líder, UNE y Jimmy y el resto de cupos de diputados quedará para disputárselo entre 12 formaciones políticas más. Es obvio que seguir en la contienda es un hara-kiri político para Ustedes. Y más aún cuando el Movimiento por la Dignidad y el movimiento popular y las mismas bases de sus partidos, en su gran mayoría, les piden no participar en la farsa electoral.

Es éste el momento de las grandes definiciones. Las organizaciones políticas que se sumen al Movimiento por la Dignidad serán reconocidas positivamente por la ciudadanía, sean de derecha, centro o izquierda. Las que tomen el camino del sistema corrupto irán a la tumba política. Les queda una opción digna y consecuente: renunciar a participar en las elecciones solicitando públicamente la cancelación de los comicios. Frente al problema que esta decisión genere, con papeletas impresas y todo el andamiaje casi listo, el Tribunal Supremo Electoral se vería obligado a suspender el evento electoral. Por otro lado, ni la OEA ni ningún país democrático aceptarían como legítimo un gobierno electo sin la participación de las organizaciones progresistas. La decisión es de Ustedes; pero el juicio será de los cuatro pueblos y la Historia.

Atentamente,

Comité Ejecutivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG)